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El Celta llegó a Valencia con una media de cinco tiros recibidos entre los tres palos, pero Guaita no recibió ni un solo disparo en contra
27 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta consiguió, al fin, dejar su portería a cero en Mestalla por primera vez en la temporada y siete meses después de haberlo hecho por última vez en la pasada liga ante el Elche. Pero en Valencia, además, consiguió que el rival no le tirara ni en una sola ocasión entre los tres palos, algo de lo más inaudito y que viene generado por la corrección defensiva de los célticos, que supieron frenar los inicios eléctricos del rival, negarle los espacios y maniatar a Hugo Duro. Vicente Guaita, en su vuelta a casa, no tuvo que realizar ninguna parada, aunque estuvo muy seguro con los centros laterales.
Rafa Benítez ha tenido la portería a cero entre ceja y ceja desde el día que llegó. Sabía que los males del Celta de las últimas temporadas comenzaban por el número de goles encajados, pero no fue capaz de cortar la sangría hasta la jornada del sábado. Hasta visitar Mestalla, los equipos que menos ocasiones le habían hecho al Celta eran el Getafe, el Girona y la Real Sociedad, todos con dos disparos. Los tres terminaron marcando e incluso en el caso de los madrileños, haciendo pleno de goles: dos disparos, dos tantos y un punto que se llevó de Balaídos en inferioridad numérica.
La media de tiros recibidos entre los tres palos por encuentro era de cinco hasta la pasado sábado (65 en total), una cifra considerable que venía marcada sobre todo por los 12 disparos a palos recibidos en San Mamés, según la estadísticas, y los siete que hicieron Atlético y Alavés, los dos en el campo vigués. Después del 0-0 con el equipo del murciélago la media quedó reducida a 4,6.
Los números defensivos del Celta pegaron un cambio radical en el partido de Mestalla. Aparte de dejar al rival sin un solo tiro a puerta, el total de tiros del Valencia fueron seis, tres de ellos de Hugo Duro, el mismo número de intentos que tuvieron en el área rival Iago Aspas y Jonathan Bamba. A mayores hubo dos que fueron bloqueados.
Ante el Valencia, además, el Celta aprobó la asignatura de los centros laterales. Carl Starfelt devolvió ocho balones, uno más que Unai Núñez, que ganó cinco duelos aéreos, mientras que Guaita hizo tres despejes, dos con los puños. En total fueron 23 pelotas despejadas desde el área celeste.
El partido también demostró que para defender bien no es necesario hacer muchas faltas, y el Celta zanjó el 0-0 con solo siete infracciones en su haber, y lo que es más importante, solo una en zona de riesgo, en el pico del área del lado derecho. Otra falta fue en tres cuartos (la de Cervi nada más entrar) y la cinco restantes, en campo contrario para cortar las transiciones del conjunto rival.
El reto ahora es volverlo a hacer dentro de una semana ante el Cádiz. Si el Celta es capaz de bajar la sangría de goles —lleva 24 en contra en 14 partidos—, habrá dado el primer paso para luchar por la permanencia con garantías.