La diferencia entre Celta y Real Sociedad no es tan grande

Adrián Rubio VIGO

GRADA DE RÍO

ÓSCAR VÁZQUEZ

22 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El sábado, el Celta no tuvo opciones en ningún momento del partido ante la Real Sociedad, aunque en la segunda mitad mejoró mucho a nivel defensivo igualando el sistema. Pero en la primera, sufrió mucho, con muchos desajustes por dentro con un Brais Méndez que entendió a la perfección dónde estaba el sitio para hacer daño al Celta, que era a la espalda de los mediocentros, con Renato Tapia y Carlos Dotor muy desajustados en la presión. El equipo de Imanol Alguacil también tenía mucha superioridad por fuera en la salida de balón que terminó por convertirse en superioridad por dentro.

Fue extraño que Rafa Benítez no apostase por la defensa de cinco. Lo había hecho una semana antes en Mallorca para igualar el sistema bermellón y en esta ocasión no lo hizo, lo que permitió a la Real Sociedad tener una superioridad continua hasta que lo corrigió metiendo a Tapia como central.

A nivel ofensivo, el Celta no encontró espacios en ningún momento, ni a la espalda de los centrales ni por delante. El equipo estuvo bastante plano, le faltó crecer con el balón, dar pases que superaran líneas y en ningún momento interpretó bien dónde podía generar peligro. Quizás Hugo Álvarez fuese el único que hizo esa superioridad por fuera viendo que Carles Pérez se iba hacia dentro.

De cara a la eliminatoria de Copa del Rey, si se repite la situación, creo que lo primero es igualar sistemas y tener más capacidad con la pelota, porque el sábado, el Celta en ningún momento fue capaz de encadenar cuatro o cinco pases consecutivos para mover a los donostiarras y que aparecieran los huecos. Los centrales de la Real apenas tuvieron trabajo en todo el partido. Si el Celta quiere tener opciones, debe proponer algo más.

No obstante, no creo que exista una diferencia tan grande entre los dos equipos, algo generado en gran medida, desde mi punto de vista, por los dos sistemas de juego diferentes. También hay que puntualizar que la actitud no se le puede cuestionar a ninguno de los jugadores, pero era notorio que no estaban nada cómodos.