Brais Méndez se sincera sobre su peor momento en el Celta: «Sentía miedo y presión, una carga cada vez más grande»
GRADA DE RÍO
El mosense, que dice haber recibido amenazas de muerte, superó el bache gracias a un psicólogo que le recomendó Iago Bouzón
31 ene 2024 . Actualizado a las 18:59 h.El canterano y ex del Celta Brais Méndez ha hablado en varias ocasiones sobre lo mal que lo pasó en un determinado momento de su larga etapa en el club vigués, revelando que necesitó apoyo psicológico para superar esa situación. En esta ocasión, ha ido más allá en cuanto a detalles de aquella etapa tan dura que ha abordado en una entrevista en The Athletic.
El mosense, de 27 años cumplidos este enero, revela un episodio del que no tenía conocimiento ni su pareja, pues se produjo una noche en que ella estaba fuera. «Recuerdo que me desperté y estuve vomitando en casa a las cuatro de la mañana. Son cosas complicadas. Estaba solo y era mejor que fuera así», dice. Fue en una de las temporadas en que lucharon por eludir el descenso. «Fue complicado, sufrí mucho. Estaba toda la semana pensando en los resultados, en qué mejorar, con noches de insomnio. Ni vivía», relata.
El feedback que recibía a través de las redes sociales no le ayudaba, llegando a recibir «amenazas de muerte e insultos porque la cosas no salían bien» en un partido, rememora. Antes este escenario, explica que él seguía disfrutando entrenando, pero no quería que llegara el día del partido porque sentía «miedo y presión», una carga que «cada vez era más grande». Su familia y su círculo más íntimo de amigos estaban al tanto de lo que le ocurría.
También comparte otro detalle del que no había hablado antes: la importancia de la figura de Iago Bouzón, otro canterano del Celta. Contactó con el padre de Brais, Modesto Méndez, Pupi, y le contó que había pasado por algo similar, recomendándole un psicólogo en concreto, José Carrascosa, que había coincidido con él en el Nástic y que, curiosamente, presta sus servicios a la Real Sociedad actualmente como responsable de la unidad de emoción y rendimiento.
En noviembre del 2021, cuando era todavía céltico, habló de que trabajar con un psicólogo deportivo «bastante tiempo» le había ido «ayudado mucho» y había resultado espectacular. «No creo que sea un tema del que avergonzarse, sino que debería normalizarse. Yo estoy encantado. A veces necesitas ayuda y por qué no pedirla. Entré en un bache y la cabeza no para», señalaba en una charla con Gerard Romero.
Un año más tarde, ya como jugador de la Real Sociedad, volvía sobre el tema en una entrevista a La Liga. «Cuando eres un chaval de 20-21 años y tienes a la afición silbándote, no entiendes nada, te preguntas muchas cosas y te vas a casa bastante jodido». Reflexionaba sobre el daño que se puede hacer en las redes sociales «incluso sin querer» y ya hablaba de que había pasado «un año y pico duro mentalmente» en el que no era «capaz de disfrutar jugando». Las sesiones con el psicólogo «te cambian la mente, te hacen ver las cosas desde otro punto de vista que en ese momento, es complicado».
En mayo del 2019, su agente, Juan Sánchez, se pronunciaba después de que aficionados en Balaídos hubieran silbadoa Brais en el último partido de la temporada. «Que tiene que mejorar, por supuesto, ¡¡tiene 22 años!! Que un sector de la afición le haga esto a un chaval de la casa, que dio la cara siempre en una temporada muy complicada para el Celta, ¡creo que es de ser muy injustos!», añadía antes de mandarle «ánimo» y recordarle que hay que seguir porque «esto no para». Iago Aspas apoyaba sus palabras: «No te pongo ni una coma». También hubo multitud de aficionados que le mostraron su apoyo y condenaron la actitud de los que le atacaban de ese modo.