El moañés, suplente por segunda jornada consecutiva, cambió el partido frente al Getafe con su salida en la segunda parte, en la que fue decisivo
12 feb 2024 . Actualizado a las 20:48 h.Desde que Iago Aspas estuvo en el banquillo en Pamplona sin disputar un solo minuto —algo que, sin venir de lesión, no sucedía desde las rotaciones de Berizzo en la temporada 2016/2017—, la conveniencia o no de que el capitán tenga sitio en el once ha sido tema de debate. Respondió al respecto el entrenador del Celta, Rafa Benítez, en la previa del partido de Getafe y lo volvió a hacer a la conclusión. Entre medias, una actuación del moañés que cambió el partido.
El once celeste en el Coliseum fue el mismo que salió frente al Osasuna, argumentando el técnico que habían ganado 0-3. Mantenerlo llevaba implícita una nueva suplencia del canterano, y esa fue la opción del madrileño. Pero en esta ocasión, no salió bien y los célticos se fueron 2-0 al descanso tras una mala primera parte. Y, esta vez sí, cuando el preparador movió banquillo, tiró de Aspas.
Habían transcurrido diez minutos de la primera parte cuando el jugador con más antigüedad en la plantilla y el recién llegado Tadeo Allende saltaron al verde a la par por Óscar Mingueza y Jailson. Y los dos iban a ser protagonistas, pero sobre todo el jugador en el que estaban puestas todas las miradas.
Como tantas veces a lo largo de su carrera, Aspas se echó el equipo a la espalda y le cambió la cara por completo. Obligado por el resultado adverso a arriesgar, el Celta lo hizo, comenzó a jugar en campo rival, a crear ocasiones y llegaron los goles, ambos con participación del mejor jugador del equipo, que abrió la banda para que Javier Manquillo pudiera centrar y asistiera a Larsen en el primer gol celeste del partido.
En el segundo gol, con el que igualaban el marcador, el moañés le da el pase a Tadeo Allende para su debut goleador con el Celta y en la Liga. El propio Iago dispuso de un tiro a puerta, el único que realizó en sus 35 minutos sobre el terreno de juego frente al Getafe.
Aspas dio doce pases precisos de quince (80 %) y completó un regate. Pero más allá de las cifras, nadie duda de que fue el hombre del partido. Incluso Benítez, defendiendo que la explicación de no alinearla era la misma que cuando ganaron sin él, dijo que «demostró que es importante».
