El equipo vigués revivió en los tres últimos partidos una situación idéntica a la del principio de curso que Benítez achaca al cansancio y a la estadística global
26 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Los finales de partido se han convertido en una condena para el Celta. Con el empate postrero de ayer, el conjunto vigués ya ha cedido 12 puntos en los últimos compases de siete partidos, un tercio de los disputados hasta la fecha. Un lastre que se traduce en una situación agónica en la clasificación, con solo tres puntos de margen sobre un descenso convertido en seria amenaza.
Los vigueses son el equipo de la liga que más goles recibió en los quince últimos minutos y como consecuencia de eso, se dejó puntos en el camino. En el arranque de temporada, el Barcelona y el Las Palmas le dieron al vuelta al marcador y el Girona y el Athletic terminaron ganando partidos que estaban empatados en la última acción. Después de aquellos lances fatídicos, se corto la racha y el Celta aprendió a sobrevivir, pero en las tres últimas jornadas se ha vuelto a repetir la historia: los vigueses perdieron un punto en Getafe y otro con el Barcelona en la última acción y ayer se fueron dos al limbo en Cádiz.
Benítez negó el sábado que su plantilla viviera una vuelta al pasado. «No creo que sea igual que al principio. Es cierto que teníamos situaciones por errores que podías achacar al cansancio, a muchas cosas. Estos no han sido así, realmente hemos perdido unos balones en el caso del Getafe, o el penalti, que despejas y no estaríamos hablando de ello», precisó al tiempo de descubría que habían hecho un análisis «y no vemos síntomas alarmantes» e indicaba que es un mal que afecta a muchos equipos.
Igual ahora, con la licencia añadida del Nuevo Mirandilla, quizás comience a valorar que el problema ha vuelto en el peor momento. Y eso que a lo largo de la semana trabajaron situaciones de estrés para evitar despistes como los sucedidos en los últimos minutos.
Visto lo sucedido en Cádiz, toca volver a empezar para no tropezar por cuarta semana consecutiva ante un Almería que es el equipo que más ha sufrido en este aspecto, ya que encajó seis tantos más allá del 90. Aprender a cerrar los partidos se debe convertir en una prioridad absoluta para un equipo que encara la recta final del campeonato.