El Celta da un paso hacia la salvación con remontada y goleada (4-1)

GRADA DE RÍO

xoán carlos gil

El Las Palmas se adelantó en Balaídos pero Aspas con un doblete y dos asistencias lideró la ofensiva celeste

20 abr 2024 . Actualizado a las 18:18 h.

Los goles del Celta aparecieron por fin en Balaídos y el conjunto vigués firmó una goleada en Balaídos (4-1), con remontada incluida, porque el partido comenzó torcido con un tanto inicial del Las Palmas, que fue superior durante la primera mitad, pero Iago Aspas, en su mejor versión, lideró la remontada con dos goles y dos asistencias. El Celta, que llevaba diez tantos como local en toda la temporada, se destapó el día que más lo necesitaba para tomar oxígeno en la lucha por la salvación y aumentar su diferencia en el golaveraje general.

El Celta, salvo en las primeras jugadas, comenzó fatal. Con el Las Palmas tocando a placer superando con facilidad la tímida presión celeste, que más parecía flotar que atosigar a un equipo lleno de calidad. Encima, en el primer córner, Guaita dudó entre salir y quedarse y en ese lapso Herzog, el central del filial rescatado por García Pimienta saltó mejor que nadie y marcó a placer. El 0-1 aumentó las dudas. El Celta era incapaz de organizar un ataque, el Las Palmas tocaba y se sentía cómodo y en el segundo córner, Guaita se encontró el remate de Herzog, que volvió a rematar solo.

Con el partido en punto muerto, un lance secundario espoleó al Celta y a la grada. Mika Mármol se tomó todo el tiempo del mundo para sacar el balón, Aspas se encaró con el central amarillo y a partir de ahí se destapó la tormenta celeste. Larsen no acertó en el uno contra uno con Álvaro Valles tras una asistencia de Jailson, mediocentro en esta ocasión y dos minutos después llegó el tanto del empate con una apertura a la banda derecha para Carles Pérez (una de las tres novedades en el once), con centro del catalán con la derecha, para que Aspas, agazapado en la segunda línea, rematase con su pierna menos buena al fondo de la red.

Dos minutos después, el moañés recibió de Mingueza, vio el desmarque de Swedberg y metió un pase milimétrico para que el sueco celebrase su primera titularidad marcando el segundo. Antes del descanso, Hugo Álvarez sacó a pasear su característico eslalon en la costado izquierdo y asistió a Jailson, pero su pase horizontal sobre la misma línea fue interceptado por el meta visitante.

El inicio del segundo tiempo fue una sucesión de oportunidades de un Celta que presionaba y encontraba espacios por doquier, especialmente por las bandas con Carles y Hugo Álvarez. Pero le faltó acierto para doblar la ventaja y además se encontró con el acierto de Álvaro Valles, que despejó a córner un uno contra uno con Mingueza tras un gran servicio de Aspas y sacó una mano imposible a un remate de cabeza de Jailson a la base del segundo palo. También desvió un remate desde la frontal de Beltrán. Además, Larsen no recibió un par de ocasiones con la caña preparada.

Lo solución llegó con su sustituto, porque el tercer tanto llevó la firma de Douvikas después de un jugadón de Aspas, que robó el balón, montó la contra y asistió al griego para que marcase a portería vacía. Poco después el capitán redondeó una de sus grandes actuaciones marcando el cuarto al finalizar otra contra.

Con el 4-1, el Celta tuvo oportunidades para regalarse una goleada de época, pero le faltó acierto ante un rival que ya había bajado los brazos.