Swedberg y Javi Rodríguez fueron esenciales para levantar el partido del Celta ante el Alavés
17 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El partido ante el Alavés no fue el mejor en lo futbolístico, pero el sabor de boca que deja el debut liguero del Celta 2024/2025 sí es inmejorable. Triunfo en la primera jornada nueve años después, ambientazo en Balaídos y remontada en un partido que se puso cuesta arriba. Y que pudo ponerse más si el colegiado debutante González Quintero no hubiera rectificado a instancias del VAR su decisión de expulsar a Iago Aspas a los siete minutos.
Once
Iván en la portería y la sorpresa que no fue
La gran incógnita de la alineación era si Claudio Giráldez optaría por Iván Villar o por Marc Vidal en portería y, finalmente, fue el cangués el elegido. La gran sorpresa del once que se anunció fue la suplencia de Óscar Mingueza, pero la tarde comenzaba torcida, porque Mihailo Ristic se resintió en el calentamiento -sintió una molestia en el gemelo- y acabó siendo de la partida en su lugar, contra lo que el porriñés tenía planeado.
Puesta en escena
Un mal arranque
El Celta entró muy mal al partido y aunque se pudo mantener once una vez anulada la roja Aspas, encajó pronto. Los vigueses salieron con miedo y apenas tuvieron opciones en ataque. Falló la salida de balón y el juego era lento y previsible, dando demasiadas facilidades a un Alavés que anotó en su primer tiro a puerta tras una acción muy desafortunada por parte de la defensa. Se fueron al descanso en desventaja.
Cambios
Javi Rodríguez y Williot Swedberg, providenciales
Giráldez hizo tres cambios de una tacada al descanso y resultaron. Javi Rodríguez, en su debut en Primera, y Williot Swedberg, que logró el gol del empate pese a haber tenido molestias durante la semana, dieron otra cara al equipo, al que se vio más valiente -justo lo que luego contó el técnico que les había pedido a sus jugadores en el intermedio- y enchufado, llegando a campo contrario.
Desenlace
Gol de Aspas en medio de la locura
La sensación en la recta final era que podía pasar cualquier cosa en medio de un gran descontrol en el uno a uno. Con el partido convertido en una locura, Aspas hizo el 2-1 permitiendo que los tres puntos se quedaran en casa y el equipo dejara atrás nueve años sin celebrar una victoria en la primera jornada.
