
Con el mejor ratio de goles, con un cambio físico profundo y después de dos años de cocción a fuego lento, el sueco comienza a lo grande un curso clave
18 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Williot Swedberg (Estocolmo, 2004) se convirtió en el jugador más joven de los fichados por Carlos Mouriño durante sus tres lustros largos en la presidencia en el Celta. El sueco, que debe encontrarse ante la temporada de su explosión definitiva, ha sido un producto cocinado a fuego lento en la Cidade Deportiva de Mos. Llegó avalado por un gran potencial, pero todavía en fase de construcción. En Vigo creció en lo físico y en lo futbolístico, vivió el lado duro del fútbol y ahora derriba la puerta con un ratio de goles de campanillas (uno cada 79 minutos). Además, a su facilidad para ver puerta le añade calidad, visión de juego, velocidad y sangre fría. Es un claro candidato a futbolista del año.
SUS DATOS
Un gol cada 79,8 minutos de juego
Sumando los 434 minutos de la temporada pasada y los 45 del viernes, Williot alcanza un total de 479 minutos en el Celta, tiempo en el cual fue capaz de marcar seis goles (cinco el curso pasado y el del Alavés). En total, el sueco sale a un gol cada 79,8 minutos que está en el campo. Además, cinco de sus tantos sirvieron para ganar y la restante, para empatar, lo que significa que todas sus dianas valen puntos. Las cuatro últimas fueron para remontar. Con Claudio Giráldez lleva cuatro de sus seis dianas. El técnico de O Porriño desveló que el viernes arrastraba problemas musculares y estaba previsto que jugase menos, pero el desarrollo del encuentro le llevó a disputar la segunda mitad.
CRECIMIENTO
Un cambio radical dos años después de su llegada
Swedberg llegó a Vigo con 18 años, como un proyecto de futbolista importante, pero con la maduración pendiente. El primer año apenas contó para Eduardo Coudet y Carlos Carvalhal, de hecho, jugaba más con la sub-21 de su país que en su equipo, pero el curso pasado comenzó a asomar la cabeza con Rafa Benítez y explotó con Claudio Giráldez y fue llamado por primera vez por la selección absoluta de Suecia. Para entonces ya se había sometido a un plan específico para ganar musculatura y envergadura y de cara a poder pegarse con las defensas rivales. Pese a estar en el ostracismo, no dejó de trabajar y crecer.
«Se ha fortalecido muchos aspectos, tiene margen de mejora. Es evidente que tiene una relación con el gol notoria», dijo de él Giráldez el curso pasado. El propio Williot también habló de su transformación: «Fue un gran cambio para mí. Aquí el juego es muy más rápido. Siempre hay que estar aprendiendo. Me ayudó mucho que el equipo es muy buena gente y siempre me hicieron sentir bien».
CARACTERÍSTICAS
Velocidad, visión y calidad
Williot es un futbolista directo. Lo suyo es darle velocidad a sus acciones, romper al espacio para sorprender a sus oponentes y, una vez en el mano a mano ante el portero, saca a pasear su calidad y frialdad para tomar siempre la mejor decisión. Además, cuenta con un golpeo de balón exquisito, como demuestra el gesto con el exterior del pie derecho el viernes para colocar el balón lejos de Sivera. En el 2-1, la asistencia a Iago Aspas es otra delicia, con un golpeo preciso y al espacio de primera y sin parar la pelota. «Es un jugador inteligente, con muchos recursos, que tiene aspectos que mejorar, y está teniendo el talento de convertirlo en gol, porque tiene facilidad para esos metros finales estar tranquilo y finalizar bien».
PACIENCIA
Los técnicos del club le vieron algo diferente desde el principio y supieron aguantar
Después de pagar cinco millones de euros, todo el mundo esperaba que el joven sueco enseñase parte de su catálogo en el primer año, pero no fue así. Pese a todo, tuvo opciones para salir cedido en todos los mercados y los técnicos del Celta siempre recomendaron mantener la paciencia, que se quedase en Vigo y que continuase con su crecimiento. La frase siempre era la misma: Williot era un futbolista diferente.
VALOR
A sus 20 años es un valor seguro a nivel de mercado
El sueco, que en su día eligió al Celta en detrimento del Brujas belga, fue fichado por cinco millones, el mismo valor de mercado que tiene en la actualidad, pero todo apunta que su revalorización es cuestión de poco tiempo: joven, con gol, velocidad y calidad. Un caramelo que los vigueses esperan paladear durante mucho tiempo. Por el momento, tiene contrato hasta el 2027, aunque ese siempre es un detalle menor teniendo en cuenta cómo se mueve el mercado.