Hugo Mallo, declarado culpable de abuso sexual

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

ALBERTO IRANZO - LOF

Se considera probado que el ex del Celta cometió delito contra una trabajadora del Espanyol en el año 2019

12 sep 2024 . Actualizado a las 10:31 h.

El canterano y exjugador del Celta Hugo Mallo, actualmente en el Aris de Salónica, ha sido declarado culpable del delito de abuso sexual por el que fue a juicio hace unas semanas, según adelanta As. Los hechos se produjeron en los prolegómenos de un partido del equipo vigués frente al Espanyol en Cornellà en abril del 2019, cuando una trabajadora del club catalán, que ejercía de mascota, denunció tocamientos en los pechos. El deportista deberá hacer frente a la pena de 20 meses de multa con una cuota diaria de 10 euros, a una indemnización de 1.000 euros por los daños morales causados y al pago de las costas procesales.

El magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona, considera que ha «quedado probado» que Mallo cometió el delito. «En el momento de realizar los saludos tanto a los componentes del equipo contrario como a las dos personas que caracterizan las mascotas del Espanyol, siendo estas un periquito y una periquita, al llegar a la altura de la víctima, disfrazada esta de periquita, el acusado, con la intención de satisfacer su ánimo libidinoso y de menoscabar la indemnidad sexual de la misma, le metió las manos por debajo del disfraz y le tocó los pechos, viéndose obligada ella a retroceder y apartar al acusado con la mano derecha», señala la sentencia condenatoria, según recoge As.

Pese a que los hechos se remontan a hace más de un lustro, fue en enero de este año cuando salieron a la luz. En ese momento, el deportista ya había dejado de ser parte del Celta, poniendo rumbo al Inter de Poro Alegre brasileño una vez finalizado su contrato, en el verano del 2023. Cuando trascendió la denuncia, Mallo negó los hechos en todo momento, como hizo nuevamente en el juicio. «En primer lugar, negamos categóricamente los hechos denunciados, lo que ya se puso de manifiesto ante el Juzgado que los investigó, exigiendo un absoluto respeto a la presunción de inocencia», rezaba un comunicado publicado entonces por el agente del jugador, el también excéltico Quique de Lucas.

En aquel escrito se detallaba que «tras haber tomado declaración a la denunciante, a Hugo y valorar el resto de pruebas, se decidió archivar el asunto ya que no consideraba probados los hechos». Relataba que aquella primera resolución «fue recurrida por ambas partes: la denunciante, porque sí creía que se acreditaban los hechos descritos en la denuncia» y ellos, «al entender que no solo no quedaban acreditados, sino que se podía asegurar que no se habían producido». A continuación, «fue la Audiencia Provincial la que mandó reabrir el expediente para que la controversia se resolviera en un juicio oral», al que, enfatizaba, Hugo comparecía como inocente, condición que ahora ha cambiado.

En el jucio del pasado mes de julio, la víctima hizo un relato de los hechos negado por Mallo: «El saludo -previo al partido- consistía en el típico choque de manos, desde el primero al último jugador. Pero cuando llegó a mi altura, no chocó mi mano, sino que sus manos (las de Mallo) fueron a mis pechos», narraba ella, que admitió haberle insultado y haber sentido asco y rabia ante el suceso. «Ella me está acusando de algo que no he hecho. Yo solo saludé a todos los compañeros de profesión y a las mascotas, sin más», aseguraba él, añadiendo que ni siquiera sabía el sexo de una y otra mascota -que eran un hombre y la mujer denunciante-.

 

Entre quienes declararon en el juicio estuvo la otra mascota, que dijo no haber visto nada por encontrase de espaldas, pero sí contó que había visto a su compañera «bastante nerviosa e indignada». El entonces compañero de equipo de Mallo Rubén Blanco declaró que «no ocurrió nada extraño», negando que hubieran pactado en el vestuario tocarle los pechos a la persona disfrazada de periquita; ella apreció «la misma intencionalidad» en el segundo jugador que apareció en la fila tras Mallo, que era el mosense.

El momento de los hechos hace que no se aplique la ley conocida como del «solo sí es sí», que no estaba vigente en aquel momento, sino que entró en vigor en el año 2023. Esto ha posibilitado que el jugador sea juzgado por abuso sexual y no por agresión, como habría ocurrido en caso de producirse con el Código Penal que actualmente está vigente.

Mallo abandonó el Inter de Porto Alegre poco antes de terminar la temporada, precisamente para viajar a España a la celebración del juicio, tal y como comuincó su entonces entrenador, Eduardo Coudet, que lo tuvo en el Celta y apostó por él a su regreso al Brasileirao. Posteriormente, a finales del pasado julio, se anunció su fichaje por el Aris de Salónica griego, donde está viviendo su segunda experiencia internacional.