El campo del filial y As Celtas, que debe estar construido en el 2026, irá en terrenos de Pereiras; Marián Mouriño quiere negociar con Tameiga por el pabellón
30 oct 2024 . Actualizado a las 19:55 h.Cambio de planes en el proyecto de Galicia Sports 360. El miniestadio para el Celta Fortuna y As Celtas no se levantará en los montes de Tameiga, sino que irá en el otro extremo de la Cidade Deportiva Afouteza actual, en terrenos de la parroquia de Pereiras. El cambio se realiza para poder contar con el campo en la temporada 26/27, algo que sería imposible en el lugar designado en primer lugar, donde sigue vigente la idea de edificar el pabellón. En ese sentido, la presidenta del Celta, Marián Mouriño espera alcanzar un acuerdo con los comuneros de Tameiga tras explicarles su proyecto.
—¿Qué significa para el Celta como entidad el proyecto Galicia Sports 360?
—El crecimiento. Tu ciudad deportiva también te hace una diferencia cuando fichas a un jugador, quieren ver cómo es, te hace más competitivo tener una ciudad deportiva en condiciones. Envolviéndonos todo en un entorno de fútbol, creo que nos va a dar mucho potencial para crecer. Creo que es el futuro del Celta.
—¿Por dónde pasa la inversión?
—Se tiene que gestionar con cabeza y sin poner en riesgo al club en la parte deportiva con un proyecto económico que sustente la viabilidad.
—¿Tienen indicios de cuándo pueden aprobar el PIA (Proyecto de Interés Autonómico?
—Estamos trabajando para ello, espero que pueda ser a final de este año aunque vamos un poco contrarreloj. Nos queda algún informe por conseguir, pero todo está muy encaminado.
—¿El informe negativo de la Confederación Hidrográfica puede paralizar un poco?
—No es un informe negativo. Es positivo en tres puntos y en uno, reclama una ampliación del informe en el que justifiquemos la afectación de las aguas de uno de los pozos.
—Queda pendiente la parte de los terrenos de Tameiga, ¿puede haber negociación o tendrán que pasar a la expropiación?
—Mi intención es negociar, sentarme con ellos y explicarles el proyecto, que vean la importancia. Primero, quería entender muy bien en la situación legal en la que estábamos. Las puertas están abiertas y tengo confianza de que algo conseguiremos para que esto se lleve adelante.
—El pabellón y el estadio, que se pretenden construir en ese comunal, ¿son tan importantes para el proyecto o son prescindibles?
—En la gota de Tameiga había un Arena y un miniestadio, pero como vimos que en la fase del PIA iría para cuatro o cinco años, porque habría una expropiación y tardaríamos más, lo que hemos hecho es relocalizar ese miniestadio para que venga aquí. Será de 4.000 espectadores, iluminación para el Primera RFEF y para que jueguen As Celtas. Hemos relocalizado el miniestadio por la urgencia y el Arena queda para una segunda o tercera fase. En Tameiga no habría estadio.
—¿Qué plazos se manejan para iniciar y acabar la segunda fase?
—Si el Plan de Interés Autonómico saliese en diciembre, tienen que pasar 45 días para los permisos y todos los trámites y en enero o febrero estaríamos empezando obra. Nosotros queríamos comenzar la temporada 26/27 con el miniestadio allí y la formación profesional en las aulas. Todo un reto.
«Se apostó por un límite por encima de lo que generábamos»
Gastar los fondos de CVC y la fuerte apuesta por una costosa plantilla para dar un salto son los dos aspectos que Marián Mouriño considera como claves para entender los 30 millones de pérdidas de los últimos años. Frente a esto, apuesta por volver a una senda económica sostenible.
—¿A qué cree que son debidas las pérdidas de 30 millones en los últimos cuatro años y cómo se llegó a eso?
—Yo creo que es debido a dos temas. El primero es que cuando entran los fondos de CVC, te dejan excederte un 15% de lo que tienes en tu límite salarial. Los equipos nos lo hemos gastado, pero al final no lo generas, entonces, cuando tú gastas por encima de lo que generas, pues vas acumulando pérdidas. Otro es que los derechos televisivos han caído. Teníamos años de llegar a 50 y tantos millones y ahora ya estamos en 47. Esos 6 o 7 millones que hemos bajado de ingresos también es difícil recuperarlos. El Celta creo que hizo una apuesta importante con un asesor deportivo externo que nos diese ese salto para mirar a Europa, hacernos con jugadores contrastados y con promesa, nos excedimos en ese límite salarial y no se dieron los resultados deportivos. Eso te desequilibra mucho, porque te haces con una plantilla cara que, al final, no te da resultados en el césped y en esa balanza la tienes que recuperar, pero eso hablábamos de volver a una senda de mucha más consistencia económica.
—¿Cuando llegó se encontró con sueldos desorbitados?
—Se apostó por un límite salarial por encima de lo que nosotros generamos gracias a que tenemos fondos propios positivos y que pudimos ponerlo todo en el campo, pero hubo apuestas que no salieron ni en el campo ni fuera.
—¿Fue un fiasco Luís Campos?
—Fue una apuesta de una asesoría externa que te pudiera llevar a ese salto de plantilla más competitiva, pero creo que no se dieron las circunstancias o a lo mejor no se le dedicó el tiempo que tendríamos que tener juntos para que eso hubiera funcionado.
La presidenta descarta una venta y se pone como mínimo un lustro al frente del club
Marián Mouriño descarta la venta del Celta y cifra en cinco años, el tiempo sobre el que girará el Plan Estratégico, el tiempo mínimo durante el que estará al frente de la entidad.
—¿Una venta del club estaría sobre la mesa?
—Para nada.
—¿Cuántos años se ve de presidenta?
—Acabamos de terminar un plan estratégico de 5 años que presentaremos en breve en la Junta General de Accionistas y a nuestros colaboradores dentro de casa, primero. Me pongo ese primer reto. Y ese objetivo a medio plazo.
—Benítez fue su primera y gran apuesta, ¿se arrepiente?
—En la vida no te puedes arrepentir. Hay que tomar las decisiones que crees que son las buenas en el momento que son. Sigo pensando que en el momento que me hago cargo del club, era el centenario, no habíamos tenido nunca a un entrenador contrastado como Rafa Benítez y creía que ilusionaba al celtismo y que teníamos una apuesta a nivel plantilla en lo económico que podía darnos ese salto a nivel deportivo. Con esa ilusión se ficha a Rafa Benítez, pero cuando un proyecto no funciona, hay que tomar medidas y reorientarlo a lo que crees que puede encajar más.
—¿Claudio Giráldez es como pensaba cuando apostó por él?
—Con Claudio quise hablar mucho con él desde que llegué. Quería escucharlo, ver cómo veía él a la cantera y al club y siempre me dio esa sensación de que estaba preparado para asumir más retos. Teníamos a Rafa y no era el momento, pero sabía que estaba ahí, creía que era una apuesta que podía ser acertada y en cuando hubo la oportunidad, se le dio.
—¿Temía que se pudiera marchar en otro escenario?
—Siempre temes que si no le das la oportunidad del primer equipo y él se ve preparado, pueda tomar la decisión de irse, pero creo que él ha demostrado que su prioridad siempre es estar aquí.
—Hablan mucho, ¿él intenta imponer sus tesis, cómo es la relación?
—Hablamos mucho. Soy franca, me gusta hablar con la verdad y me gusta escuchar a la gente. Soy una persona con la que se puede hablar, dialogar. Suelo comer con Claudio y con Marco una vez al mes para poner en común temas y debatimos en algunos. Ellos hablan más que yo de fútbol, pero me gusta aprender y que me escuchen, pero sobretodo que esté implicado en lo que quiero para el club.