Claudio Giráldez no se conforma con el empate, aunque destaca el mérito que tiene haberlo coneguido ante el Barcelona
24 nov 2024 . Actualizado a las 14:44 h.El entrenador de Celta, Claudio Giráldez, dijo estar «un poquito insatisfecho» con el empate ante el Barcelona, aunque también se mostró consciente de la dificultad de haberlo conseguido. «Hay dos lecturas: hemos puntuado después de ir 0-2 ante el líder, que está haciendo una temporada brillante, pero creo que son goles evitables y nos hemos vuelto locos en varios compases», decía. Se queda con la sensación de que tuvieron en su mano haber ganado. «Es una sensación agridulce, remontas un 0-2 al Barça, pero nos quedamos con la miel en los labios de que podíamos haber conseguido los tres puntos».
También contempla que los de Hansi Flick «te llevan al límite» y que son «un equipo con un estado físico y de confianza alto que le hace ser peligroso en cualquier acción». Capaces, añadía, de mantener en tensión al rival en el plano tanto defensivo como ofensivo «difícil de aguantar». «Hemos hecho cosas bien, en especial en la primera parte. Los dos goles nos han hecho mucho daño: el primero, cuando controlábamos el partido y el segundo, especialmente, en un error nuestro en el inicio y por falta de contundencia en situaciones de duelo».
Asume lo anterior como un daño colateral que a veces lleva aparejada su apuesta. «Siendo valientes, a veces, nos exponemos a esas situaciones límite y todos los equipos cometen errores», constata. De este modo, se quedan «contentos por la reacción y muchas cosas del partido», a la vez que «fastidiados por algún error y cosas mejorables que seguir puliendo».
Si de algo presume Claudio Giráldez es de que «se ve cada partido» que no les «llega un punto», que quieren «los tres». Incidió en que contra los otros equipos de arriba que han pasado por Balaídos, el Celta firmó, a su juicio, mejores actuaciones que ante el Barcelona. «Para mí, fueron más completos los partidos contra Atlético o Real Madrid que este, y es el primero en que puntuamos de los tres. Ojalá nos dé confianza para creer en lo que hacemos y en que tenemos capacidad para ganar en cualquier estadio y a cualquier equipo», dice.
Preguntado sobre la acción en la que Soto Grado perdonó la segunda amarilla a Gerard Martín, planteó su visión de cómo se debería actuar en estos casos: «Para mí, está mal que el VAR no entre en una segunda amarilla. Es una expulsión que puede cambiar el partido y debería entrar para ayudar si es necesario. Por el cambio al descanso, creo que Flick y yo lo vimos de la misma manera. Pero manda el árbitro y consideró que no era», acepta.
Los culés sí se quedaron con diez más tarde, y Giráldez no oculta la incidencia que tiene estar en inferioridad tal y como juegan ambos conjuntos. «Siendo tan agresivos, valientes, de ir muy alto, quedarte con uno menos te limita, hay situaciones en que es más difícil ajustarte o ganar ventajas». No se atreve a valorar qué equipo hubiera sido más justo que ganara: «Ellos tuvieron la de Raphinha para el 0-3».