La Audiencia Provincial de Barcelona desestima el recurso de apelación del exjugador del Celta, actual futbolista del Aris de Salónica, que siempre ha mantenido su inocencia tras ser denunciado en el 2019 por una mujer que trabajaba como mascota del Espanyol en un partido del equipo vigués
11 dic 2024 . Actualizado a las 09:22 h.La Audiencia Provincial de Barcelona ha desestimado el recurso de apelación que había interpuesto la defensa del canterano y exjugador del Celta Hugo Mallo, según avanza el diario As. El marinense, que milita actualmente en el Aris de Salónica griego, había sido condenado el pasado mes de septiembre por un delito de abusos sexuales por el que había sido denunciado por una mujer que trabajaba como mascota del Espanyol. Los hechos se produjeron en el partido entre el equipo vigués, del que era capitán, y el catalán en abril del 2019.
El tribunal, compuesto por tres mujeres y otros tantos hombres, ha confirmado de manera íntegra y por unanimidad la sentencia que se había dado a conocer hace justo tres meses, según informa la misma fuente, que ha tenido acceso a la sentencia. En el escrito, se sostiene que «se ha alcanzado plena convicción de que los hechos sucedieron tal y como los relató la víctima». Además, se afirma que la versión del deportista «resulta contradictoria no solo con el testimonio de la víctima sino con las imágenes aportadas».
En la sentencia que ahora se confirma, se detallaban los hechos de la siguiente manera: «El acusado, con la intención de satisfacer su ánimo libidinoso y de menoscabar la indemnidad sexual de la misma, le metió las manos por debajo del disfraz y le tocó los pechos, viéndose obligada ella a retroceder y apartar al acusado con la mano derecha». Pese a que ha pasado más de un lustro desde lo sucedido, no trascendió hasta enero de este año, cuando el lateral derecho militaba en el Internacional de Porto Alegre brasileño -club en el que recaló una vez finalizado su contrato con el Celta, en junio del 2023-.
El juez había impuesto al excéltico una sanción económica de 24 meses, que se traducía en unos 7.000 euros, además asumir las costas procesales, también las de la víctima. Se estimó en la sentencia que no cabía imponer la pena mínima «al no haber acontecido un acto de constricción o arrepentimiento del acusado hacia la víctima». De hecho, Hugo Mallo ha mantenido en todo momento su inocencia, algo que reiteró cuando fue condenado: «Agotaré todas las instancias para defender mi inocencia», aseguró en septiembre a través de su perfil en Instagram.