Marco Garcés desgrana los seis fichajes realizados por el Celta desde su llegada

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El director de fútbol habla de lo que buscaban con Manquillo, Jailson, Tadeo, Borja Iglesias, Ilaix y Marcos Alonso

12 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El director de fútbol del Celta, Marco Garcés, se refirió en su conversación en Arquitectos a los seis jugadores que han llegado nuevos al club desde que él ejerce este papel. Cuenta que necesitaban encontrar «valores escondidos» entre los futbolstas y se muestra de acuerdo con que hay jugadores que, sin estar en su mejor momento, pueden cambiar de contexto y rendir. En el caso de sus caras nuevas, considera que «se han dado bastante bien los seis», con Tadeo Allende como principal excepción.

Pero para el argentino tiene muy buenas palabras y cree que ha sido víctima de un cambio en el modelo de juego que no le favorece y de que «los que están jugando lo están haciendo bien y, entonces, no va a haber sitio», algo que señala como una realidad cotidiana para la figura del director deportivo y que no significa que la apuesta haya sido un error. «Él es muy buena gente, extraordinariamente solidario y empático», describe.

La idea con él es «intentar mantenerlo con el cuchillo entre los dientes para que no deje de luchar y entienda que son momentos dentro del fútbol por los que pasamos todos» y de los que se sale a base de esfuerzo, trabajo y dedicación. En su momento, apostaron por él cuando Larsen y Aspas anotaban la mayor parte de los goles celestes. Hablaron con ellos dos de que necesitaban un extremo derecho «que vaya a la línea de fondo y saque centros, que hiciera desmarques de ruptura, buen disparo de media distancia y colaborar cabeceando», características que reconoce que no son tan necesarias con el actual modelo.

En cuanto a Borja Iglesias, cuenta que, dado que sospechaban «fuertemente» que se produciría la salida de Larsen, pretendían a «un delantero contrastado que pudiera colaborar con goles, contribuyera en el armado del fútbol, en el volumen de juego y no necesariamente que hiciera tantos desmarques de ruptura», pues eso lo tenían en Tasos Douvikas. Con Marcos Alonso buscaban atrás «ese empaque» que les daba el Panda en pretemporada, «que se sentía esa tranquilidad cuando él estaba de nueve», y que aportara «experiencia, aplomo, esa necesidad de ganar, esa garra, que fuera zurdo y que tuviera estatura» para contribuir al juego aéreo.

De Ilaix Moriba dice Garcés que perseguían con su incorporación «características físicas de un jugador que diera estatura y otra posibilidad de apretar hacia adelante dentro de los mediocentros», dado que a Jailson lo ve más Claudio como central que en la contención. Y del brasileño cuenta que buscaban «un medio volante que pudiera darn estatura y ser central» en línea de 5 o «si jugaba de medio, para acompañar a Tapia o para darle otro tipo de posibilidades», partiendo de que ya tenían muchos jugadores del mismo corte.

Por último, con Javier Manquillo, en tiempos de Rafa Benítez y defensa de cuatro, querían que contribuyera a sufrir menos con los balones cruzados y también que «diera un poco de estatura y tamaño, que pudiera jugar como central o lateral» en defensa de cinco «para empujar a Mingueza adelante» y que tuviera velocidad -revela que tiene puntas buenas-, al que creían que era muy importante en ese momento.

El céltico reitera que suelen tener 55 opciones, cinco por posición, e intentan que sean de distintos presupuestos. «Tenemos un sistema al que ellos -el técnico y la presidenta- pueden entrar permanentemente y ver cuáles son los jugadores que estamos viendo y los precios», analiza. Dice que contrataron a varias empresas proveedoras de datos para hacer un primer filtrado, porque los datos son «un filtro y un auxiliar diagnóstico», comparando con que un médico no diagnostica únicamente con una radiografía, sino que hace más pruebas.