El club oficializó ayer el acuerdo con el Betis para el regreso del canterano
31 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.No fue en verano, cuando ya sonó para regresar al Celta, pero sí es este enero cuando Iker Losada vuelve a casa, a su club de formación. En el momento en el que el entonces capitán del filial se despidió, dijo que confiaba en que fuera un «hasta pronto». Sumó experiencia en el Racing de Ferrol, donde firmó una gran temporada en su debut en Segunda, y hace unos meses daba el salto al Betis. Ahora, tras no haberse hecho un hueco con Manuel Pellegrini, regresa junto a ese técnico al que confesaba a La Voz hace unos meses que llama «papi», Claudio Giráldez. Llega cedido hasta junio sin opción de compra.
Losada (Catoira, 2001) siempre ha sido un jugador del gusto del técnico porriñés. Lo demostró con el protagonismo que le daba —el segundo jugador más usado en el B tras Medrano en el curso 2022/2023— y lo ha repetido siempre. Tanto en verano como hace unos días dejaba claro que el jugador le agradaba, incidiendo en este último caso en que sería un fichaje «de rendimiento inmediato», en contraposición con Jones El-Abdellaoui, una apuesta más orientada al futuro. Tendrá ocasión e empezar a demostrarlo el domingo ante el Valencia y, luego, precisamente ante el equipo que pagó dos millones por él en junio, el Betis.
Giráldez admitía en julio que le hubiera gustado contar con él. «Es una pena que el año pasado nos desvinculáramos de ese tipo de jugador. El error viene de ahí, más que de ahora», decía. Medio año después, lo va a tener a sus órdenes. Parece una apuesta segura por ambas partes: «Fue un entrenador que me dio mucha confianza, siempre creyó en mí», decía Iker hace unas semanas. Lo vuelve a dejar patente.