Sentí una alegría enorme cuando supe que Iker Losada volvía al Celta, a su casa, al club que para él lo es todo, cerca de su familia, con compañeros de toda la vida y con Claudio Giráldez, el entrenador que más rendimiento le sacó y con el que hay un entendimiento mutuo importante. Estoy seguro de que va a seguir creciendo en esta etapa como lleva haciendo hasta el momento.
Creo que Iker había hecho méritos más que suficientes para quedarse en el 2023. Era una persona que llevaba años en el club y que hizo mucho por el Celta, incluso jugar un tiempo con una lesión importante en esa última temporada. Igual con esa limitación, no pudo demostrar todo lo que podía dar, y aun así, Claudio le sacó un rendimiento alto.
Iker va a vivir esto como una segunda oportunidad en el club de su vida, con ganas de resarcirse de lo que pasó en su día, también después de su debut en Primera con gol al Madrid y volviendo a juveniles. Y de reivindicarse tras no haber podido hacerlo en el Betis por la competencia que tenía en su posición.
Como a todos, a Iker le encanta jugar y, por su personalidad, intenta siempre dar el máximo para llegar a su mejor versión. Cuando todo se junta y va de la mano, puede dar un grandísimo nivel, como ya ha demostrado. No tengo ninguna duda de que va a encajar en un club que conoce de sobra, que sabe cómo funciona y lo que quiere Claudio, conoce al cuerpo técnico y a muchos compañeros que estuvieron con él en el Fortuna. Creo que va a ser todo muy rápido, que él va a estar encantado de volver a casa y se va a notar.
*Ruly García fue compañero de Iker en el Celta durante varias temporadas.