![](https://img.lavdg.com/sc/hjjxGbdRFdhurmo3kPtjq9t6G6Q=/480x/2025/01/31/00121738360441998480985/Foto/i_20250131_170531001.jpg)
El club considera que se ha mejorado en lo económico y en lo deportivo en esta ventana de enero
01 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El mercado de invierno del Celta está finiquitado salvo giro inesperado de los acontecimientos. Lo dejó claro el director de fútbol, Marco Garcés, en su introducción en la presentación de Iker Losada ayer por la tarde. «Damos por cerrado el mercado con este movimiento», señaló. Una ventana en la que se han marchado Joseph Aidoo, Jonathan Bamba —cuyo traspaso desencadenó el interés en el de Catoira—, Tadeo Allende y Luca de la Torre, bajas que consideran en el club cubiertas con Yoel Lago, el propio Iker, Fer López y Jones El-Abdellaoui, aunque, de ellos, los que tenían hasta ahora ficha del B la mantendrán y en el caso del noruego, se espera que sume muchos minutos abajo y, de hecho, ha entrado en la convocatoria de Fredi Álvarez ante el Nástic.
La sensación que hay en el club a tres días del cierre de este mercado —y habiéndolo dado ya por concluido en cuanto a operaciones suyas— es que han conseguido una mejora tanto en lo deportivo como en lo financiero. El club respira en este último aspecto, en especial, con la marcha de Jonathan Bamba, el único que se desvinculó este enero y el único que tenía minutos, pues el resto no estaban contando apenas para Claudio Giráldez. Ahora, tienen algo más de margen en lo que al límite salarial se refiere.
En este mercado, el club rechazó una oferta de nueve millones y alguna incluso superior por Tasos Douvikas, jugador al que el Betis aspiraba a incluir en la operación de Iker; esa puerta se cerró para el internacional griego en la noche del jueves. Ahora, el club vigués espera poder recuperarlo a nivel mental y que pueda sumar a la causa de aquí a final de temporada después de que hace unas semanas llegara a autodescartarse para el partido de Copa del Santiago Bernabéu. También hubo interés que no se concretó en jugadores cuyas marchas se hubieran visto con buenos ojos.
Ahora, al club le toca empezar a pensar en el futuro de los jugadores que acaban contrato y de aquellos que regresan de cesión. La tranquilidad en ese sentido viene dada porque la cifra está equilibrada, teniendo en cuenta, además, que dos de los cedidos que acaban de hacer las maletas no volverán hasta final de año. Así, aunque el excedente de jugadores en verano volverá a ser notable, se cuenta con que será menor que en el primer verano de un Garcés que ya ha gestionado alrededor de medio centenar de operaciones entre entradas, salidas y renovaciones de contrato.