Aficionados del Montañeros, al colegiado Extremadura Hernández en A Madroa: «¡Desgraciado, a ver si te matas con el coche y no nos arbitras más!»
GRADA DE RÍO
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El árbitro del partido de División de Honor Juvenil en el que el Celta ganó este domingo al club coruñés (5-1) plasma en el acta los insultos y amenazas de los que fue víctima
11 feb 2025 . Actualizado a las 11:21 h.El colegiado del partido de División de Honor Juvenil disputado este domingo en A Madroa entre Celta y Montañeros, Rubén Extremadura Hernández, recoge en el acta del encuentro, que terminó con victoria local por 5-1, varios incidentes protagonizados por aficionados del conjunto coruñés. En concreto, plasma que trataron de impedir su avance en el momento en el que el árbitro pretendía abandonar las instalaciones, además de insultarle, escupirle, amenazarle e incluso lanzar un objeto contra su coche cuando ya había emprendido la marcha.
El relato de los hechos por parte de Extremadura Hernández comienza con el momento en que se disponía a dejar A Madroa en su vehículo. «Un grupo de diez aficionados del club Atlético Coruña Montañeros C.F. identificados como tal, ya que estaban con anoraks del mencionado club y con gran parte de los jugadores de este equipo, junto a sus equipajes y maletas con su emblema, se pusieron delante de mi vehículo impidiendo o queriendo dificultar que yo pudiera abandonar las instalaciones con el mismo, forzando mi parada». Relata que una vez conseguido que se detuviera, «uno de ellos escupe al espejo frontal» de su vehículo alcanzándolo, tras lo cual baja del mismo, estando aún dentro de las instalaciones deportivas. «Recibí yo el impacto de otro escupitajo en mi cara, proviniendo del mismo grupo de aficionados», añade.
En ese instante, las personas que identifica como «un grupo de padres» empiezan a dirigirse a él «con gritos como '¡a ver, hijo de puta, expúlsame a mí también ahora!'» , «¡desgraciado, a ver si te matas con el coche y ya no nos pitas más!». Al mismo tiempo, agrega, otros simpatizantes de este mismo club y que se hallaban fuera de las instalaciones, junto al autobús de este mismo equipo, «rápidamente» acudieron hasta su posición para continuar con insultos y amenazas. «No me dejan otra opción que, con el coche encendido y la puerta abierta, estando dentro mi asistente, me dirija rápidamente junto al encargado de la instalación deportiva del Celta, quien de inmediato accede a mi petición de ayuda y, tras decirle este alto y claro a este grupo de gente '¡salgan de ahí en medio, por donde tienen que pasar los coches!', oigo cómo le responden. '¡Vete a la mierda, que se joda, que nos saque él si quiere!'».
Acto seguido, entre más insultos y amenazas, prosigue la narración del colegiado, se dispone a ir hacia su vehículo, donde su asistente le está esperando ya fuera del mismo y «visiblemente afectado por la situación de agresividad y hostilidad» en su contra y también «debido a la edad del mismo». «Al disponerme a entrar en el coche, uno de estos aficionados se dirige a mí, llegando a estar a un metro escaso de mi vehículo mientras trataba de cerrar la puerta, y dice de manera reiterada. '¡Eres un cabrón y un hijo de puta, lárgate de una puta vez y deja de montar el espectáculo!'».
Tras ello, Extremadura Hernández arranca y abandona las instalaciones de Candeán, pero la cosa no acaba ahí: «En ese momento, siento que algo contundente alcanza mi vehículo en la parte de arriba, provocando un estruendo, sin poder precisar lo que era ni quién me lo lanzó, además de que, observando la situación generada y el ambiente reinante, decidí continuar la marcha, temiendo males mayores si me detuviera a ver lo que me habían lanzado o de dónde provenía».