Nuevo sistema de entradas visitantes del Celta: «Es imposible contentar a todos»

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

CEDIDA

Aficionados que estarán en Valladolid opinan sobre el cambio introducido a partir de este desplazamiento y también sobre la postura del club local

13 mar 2025 . Actualizado a las 11:47 h.

El Celta ha estrenado, coincidiendo con el esperado desplazamiento a Valladolid, un nuevo sistema de adjudicación de entradas visitantes, con un 75 % por antigüedad y un 25 % por sorteo. La idea ha suscitado algunas reticencias. «Veo bien dar preferencia a la antigüedad, pero para la gente joven, de 20 o 25 años, es complicado, sobre todo si hay una demanda tan alta como en este caso, que habla de lo enchufada que está la gente», dice Alberto Osorio -que sí ha logrado billete por la vía de la veteranía- asumiendo que «es imposible contentar a todo el mundo».

Jairo Daponte fue otro agraciado por sus años como socio. «Partimos da base de que nun partido cunha demanda tan superior á oferta non vai haber un criterio 100% xusto. Aínda así, paréceme algo mellor que o reparto por orde de compra en entradas que apenas duran minutos; así, polo menos, todo o mundo ten algunha opción», plantea. Quizás se decantaría por un 50-50 «para non penalizar ao celtismo máis novo nin ás peñas de fóra, para as que estes partidos son tan importantes e con menos antigüidade media en xeral por non existir carné celtista ata este ano», analiza.

Una de esas peñas es Burgalegos, desde donde proponen mejoras. «No me parece un mal sistema, pero lo remataría con algo más de apoyo a las peñas, sobre todo, a las más cercanas al lugar de partido. Me puede parecer bien que un abonado con 25 años de antigüedad tenga más derechos que yo en lo respectivo a Balaídos, pero fuera de ahí, se debería de tener en cuenta otras opciones», señala Rubén Alonso. Y se pregunta en qué lugar quedan las peñas pequeñas: «O nos sacamos el Carné Celtista, o pagamos la cuota, pero las dos cosas es un gasto muy grande, que visto lo visto, no nos reporta ningún beneficio».

Como agrupación que da sus primeros pasos, en Pucelestes no tenían opción alguna de optar a entradas de la grada visitante y tendrán representación en la local. Para ellos, era fácil conseguir esos billetes a través de amigos. «Ni lo intentamos, la verdad», dice Vallecillo sobre esas localidades disponibles para zona celtista. Sobre el sistema, no tiene una postura definida: «No sé muy bien qué decir; por una parte, lo veo bien, pero por otra...», desliza.

Para JES, «cuando no hay entradas para todos, casi cualquier reparto que hagas va a tener su parte injusta». «Para mí, que un celtista se quede sin entrada para un partido es injusto», valora. Y considera «más razonable que todo el mundo que quiera una entrada, se anote y luego se busque aplicar un criterio, lo más justo posible, para repartirlas (antigüedad, sorteo, el que sea)» que el anterior procedimiento de «ponerlas en internet avisando al momento y que el criterio para el reparto sea no estar trabajando, ser rápido con el móvil, etc.».

 La decisión del Valladolid

Otro factor que ha dificultado este viaje es que el Valladolid no vendiera entradas al público en general, sino solo a sus abonados -aunque algunos se han prestado a adquirir entradas para celtistas-. «Fue una sorpresa mayúscula que el Valladolid decidiera cerrar su estadio y se negara a vendernos entradas, fuera de lo que es la grada visitante, que no le queda otra, porque hay un convenio entre casi todos los equipos», observa JES.

También le sorprende que se haya declarado de alto riesgo «cuando hace unos meses la afición del Valladolid vino a Balaídos y pudo disfrutar del día en Vigo, tranquilamente». «Nosotros estaremos en Valladolid, escoltados y vigilados como si fuéramos delincuentes. Nadie lo entiende», lamenta. Desde Puceletes, tienen claro que se debe a cómo está la situación allí y a la hostilidad hacia la directiva: «Están las cosas candentes, pero hablando en plata, es una jodienda que ellos no tuvieron problema para estar en grada local en Balaídos y en su campo sea diferente».

Alonso también cree que no tiene nada que ver con el Celta, pues señala que el anterior compromiso en casa también tuvo esa misma catalogación, lo que no quita para que el celtismo se vea afectado. «Se están cargando el fútbol -idéntica expresión que usa Osorio- y lo que debería ser una fiesta del celtismo quedará algo descafeinada por esa medida, aunque esperamos muy buen número de celtistas tanto en la previa como en el partido», indica.

Daponte se muestra comprensivo aunque perjudique a su club. «Coa situación deportiva e social tan delicada na que se atopan, entendo a súa postura. Penso que non sería prato de bo gusto para a súa afección, á cal ao final se deben, que foramos máis de 2.000 celtistas no estadio, ademáis da imaxe que se daría e dos motivos de seguridade aos que fan referencia».