La agrupación celtista celebrará la cifra redonda de vida en el mes de mayo y con una denominación más acorde a su expansión en la zona
19 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Veinte años después, la Peña Celista do Milladoiro pasa a ser O Camiño Celeste. Es un gesto con los socios de los alrededores que se han ido sumando y a los que también quieren dar cabida en la denominación que estrena esta peña celtista creada en el 2005. «Empezamos siendo un grupo de amigos y de vecinos del Milladoiro, que nos juntábamos para compartir coche e ir hasta Vigo a ver el partido. Pero eso fue creciendo, ahora ya tenemos autobús que compartimos con otras peñas de la provincia y que no son solo de Milladoiro, sino también de Bertamiráns, Biduído o Teo», dice su actual presidente, Brais Alonso.
Cuenta que han ido creciendo no tanto en número, pues se mantienen en torno al centenar, pero sí que ha habido peñistas que se han trasladado de residencia y el nombre original «se había quedado pequeño». Pero siguen siendo «de lugares cercanos al Camino de Santiago», de ahí el nuevo bautizo. Fue surgiendo «entre todos» y se pusieron otras posibilidades encima de la mesa, pero esta fue la que más gustó. «Tenemos la broma de que nosotros hacemos el peregrinaje al revés, a contracorriente».
Para Brais, pararse a pensar en que aquel proyecto de agrupación celtista cumple 20 años supone, en primer lugar, «darte cuenta de que el tiempo pasa muy rápido, porque parece que fue hace nada». Y en segundo, «ver que la ilusión ha ido creciendo» y ya no son «los cinco frikis de Milladoiro» que se marchaban a Balaídos cuando jugaba el Celta. «Hay mucha más gente que comparte esa afición. Y llegar hasta aquí significa que no se han hecho tan mal las cosas, porque es mucho tiempo en el que se ha mantenido viva la idea original».
El presidente tiene presente que «pronto habrá que dejar paso a la juventud» al frente de la peña y, de hecho, ya han sido los más jóvenes los que han tomado el mando de las redes sociales, con una recién creada cuenta de Instagram para dar difusión a esta nueva etapa. Además, incide en que tiene ayuda de muchos peñistas que facilitan las cosas y han sido claves para llegar a estos dos decenios de actividad. «Si no se repartieran las tareas, sería un caos. Pero la recompensa al trabajo es sentir que la idea primigenia con la que se creó la peña, que era fomentar el celtismo en la zona y llevar a a gente a Balaídos se ha cumplido con creces».
Más allá de los viajes, aspecto fundamental, han hecho otras actividades, como organizar el campus del Celta en Ames, llevar a niños de colegios a partidos e incluso exposiciones, presentaciones de libros y otras iniciativas culturales, aparte de tener alianzas con otras peñas. «Todo eso te llena de ilusión y orgullo y es con lo que te quedas. Y teniendo en cuenta que estamos a cien kilómetros, con lo que eso conlleva», enfatiza. Más esa ilusión que percibe en los jóvenes que se han volcado con los nuevos logos, bufanda e imagen corporativa. «En ellos estará el futuro de la peña».
En el pasado, los inicios, eran «cinco, ocho, diez, no más» que se daban «el palizón de coger un coche hasta Vigo ida y vuelta», mientras que hoy tienen los buses y son muchos más. El crecimiento ha sido «paulatino, pero constante» y pese a no tener una sede como tal, algo que admite que les «penaliza». «Lo hemos propuesto a todos los bares de la zona, pero si no tienes la suerte de que sea el lugar de trabajo de alguno de los peñistas… Te dicen que no les compensa, que no se posicionan». Así, optan por reunirse la mayor parte de las veces en casas de peñistas o en cafeterías puntualmente. «Cuando era el pay-per-view, pagábamos nosotros el partido en algún bar que tuviéramos de mano. Siempre se trató de facilitarnos la vida, como al compartir gasolina, peajes… Lo que sea». Para actos y reuniones, se juntan en la Casa da Cultura y, de hecho, son asociación cultural y deportiva.
La celebración de los 20 años -y a la vez, inauguración de la nueva etapa- será, a falta de confirmación definitiva, el 20 de mayo. Brais Alonso cuenta con que será «un acto muy emocionante» en el que algunos de sus peñistas van a ver de cerca a jugadores del Celta por primera vez o única en el caso de algunos de los de mayor edad. «Para la gente que no vive en Vigo, es una gran oportunidad», dice. Y en la peña tienen «una empatía especial por la ilusión de un niño y de un abuelo», que siempre tratan de fomentar. «Cuando ayudamos a que alguien vaya a Balaídos por primera vez, también es súper especial». Además, habrá sorpresas.