Grada de Río

Tres décadas celestes para tres goles

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

XOÁN CARLOS GIL

Aspas nació en los ochenta; Borja Iglesias, en los noventa, y Fer López, en el 2004; los tres pasaron por el filial y ayer sellaron un triunfo muy canterano

24 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El triunfo del Celta sobre el Villarreal lleva el sello de A Madroa. Porque Claudio Giráldez alineó de inicio a siete jugadores con pasado en el Celta B y metió después en el campo a cuatro más. Pero, sobre todo, porque los tres goles tienen denominación de origen en la factoría celeste, cada uno en una década diferente: porque Iago Aspas nació en los ochenta; Borja Iglesias, en los noventa, y Fer López, en el 2004.

En una temporada con dominio tan apabullante de la gente de casa en materia goleadora, que los tres tantos lleguen de jugadores con pasado en A Madroa puede parecer algo normal, pero no deja de ser una excepción dentro del planeta fútbol. Fer López, el más joven de los tres, que tenía cinco años cuando Iago Aspas subió a los altares en el mítico partido ante el Alavés, abrió la lata demostrando instinto y colocación. El jugador con ficha del B, había errado una ocasión clara anterior, pero leyó la asistencia de Alfon y colocó el pie del modo más adecuado para adelantar a que equipo antes del descanso.

El segundo gol llevó al firma de Borja Iglesias. El delantero compostelano, nacido en el 1993, vio los toros desde la barrera del último Celta europeo y ahora quiere participar de la conquista. La de ayer fue su novena diana de la temporada, la cuarta en cuatro días. El Panda demostró su colocación de nueve para aprovechar un rechace y colar el balón entre la piernas del portero rival.

A estas alturas, ya nadie duda de que Iago Aspas, nacido en 1987, es la mayor leyenda del celtismo, pero su media hora de ayer confirma que todavía no ha dicho su última palabra. El diez también suma nueve dianas, cinco de ellas, de penalti, igualando su marca del curso pasado cuando todavía quedan cinco jornadas por delante para mejorar sus números. La cuadratura del círculo de un equipo que en absoluto echa de menos el gol foráneo.