Marcos Alonso no era el último hombre y el VAR no debió entrar para recomendar la roja
GRADA DE RÍO

González Fuertes había sacado amarilla al jugador del Celta ante el Sevilla, pero fue avisado por Trujillo Suárez para revisar la jugada
11 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Pablo González Fuertes, un árbitro con un largo historial sospecho en los partidos que le ha pitado al Celta hasta la fecha, volvió a estar en el foco frente al Sevilla en Balaídos por su expulsión a Marcos Alonso. El penalti, por mano, al impactarle el balón en su brazo derecho, puede considerarse del todo justo, pero la roja está llena de dudas.
Porque el colegiado asturiano le enseñó la cartulina amarilla al central celeste, pero Trujillo Suárez le recomendó ver la jugada para indicarle que podría ser motivo de roja al interpretar que Marcos era el último hombre, pero el VAR no puede demostrar que Peque, el delantero del Sevilla que golpeó el balón que tocó en la mano del céltico, se iba a quedar solo en un mano a mano con Vicente Guaita.
«No es el último hombre tal y como hace el control, creo que es demasiado castigo. Pero el reglamento dice eso, que si no interviene a cortar la pelota con el pie, cualquier situación puede ser, aunque es una acción gris», comentó después del partido Claudio Giráldez, que defendió al colegiado de turno indicando que «con Pablo (González Fuertes) da gusto, porque es un árbitro muy dialogante, que explica las jugadas, que se puede comentar con él».
La roja fue la decisión más polémica, pero el asturiano firmó un arbitraje de lo más sibilino en Balaídos. No quiso saber nada de una clara caída de Javi Rodríguez en el área rival y su criterio en las faltas no fue nada coherente. Al final, con el 3-2 en el marcador, su actuación quedó en un segundo plano.