Giráldez alcanza el medio centenar de partidos en la élite en la cresta de la ola

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Lavandeira jr | EFE

El porriñés dirigirá este martes en Anoeta su encuentro número 50 en el primer equipo del Celta con 22 triunfos, 19 en la liga y tres en la Copa

12 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Catorce meses después de hacerse con las riendas del primer equipo Claudio Giráldez cumplirá este martes en Anoeta su partido número 50 como entrenador del Celta. Lo hace con el equipo en la cresta de la ola, ubicado en la séptima posición a tres jornadas de la conclusión de la temporada. En los 49 partidos que ya ha dirigido, su equipo ganó en 22 ocasiones, 19 de ellas en liga y tres en la Copa del Rey, lo que sitúa su porcentaje en un 44,8 % (42,2 % en la liga). Además, empató nueve partidos y perdió los 18 restantes (17 en liga y el del Bernabéu en el torneo del ko). El de O Porriño se ha convertido en uno de los técnicos con más impacto inmediato en la historia del conjunto vigués.

Más allá de los números, Claudio Giráldez ha sido capaz de trasladar su idea de fútbol a la máxima categoría y crear un equipo de autor, valiente incluso en los contextos más desfavorables. Como ejemplo, ser capaz de marcar dos goles y ganar un partido con diez jugadores como el pasado sábado y de estar a punto de equilibrar un 3-0 en contra ante el Real Madrid en su estadio.

Claudio ha respondido en todos los escenarios. El curso pasado, cuando le dieron la misión de salvar a un equipo que iba a la deriva con Rafa Benítez. Lo hizo apostando por su 3-4-3, por la presión alta y el juego de ataque, todo lo contrario de lo vivido hasta entonces, y demostrando que aquella plantilla del Celta también podía adaptarse a su idea de juego, algo que parecía difícil viendo su perfil. El porriñés salvó al equipo sumando 17 puntos con cinco triunfos y dos empates.

Esta temporada, la meta fijada por la zona noble del cuadro vigués fue la salvación tranquila después de años de sufrimiento. En esa tarea se afanó el entrenador, que no abandonó el discurso de la permanencia hasta que fue virtual; fue entonces cuando sacó de su chistera la idea de la matrícula de honor a la que ahora está dedicado el equipo. A estas alturas, el equipo ya ha sido capaz de ganar 14 partidos, once de ellos en su estadio, donde está firmando un curso para enmarcar.

A lo largo de estos 14 meses, el técnico de O Porriño no ha parado de dar oportunidades. El primer día, en el Sánchez Pizjuán, en Sevilla, hizo jugar a Damián Rodríguez, Hugo Álvarez y  Hugo Sotelo y esta temporada comentó subiendo al primer equipo a Pablo Durán y Alfon y después tiró de Javi Rodríguez, Fer López y, desde hace un mes, de Yoel Lago. El viernes, citó a Miguel Román para el partido con el Sevilla y formó una lista con 14 gallegos, un dato nunca visto en el Celta.

Pero no solo los jóvenes se rinden a su credo, sino que futbolistas como Borja Iglesias admiten en público que es el entrenador que le ha cambiado el paso en el mundo del fútbol y Iago Aspas, el jugador de referencia del Celta de la última década, acepta su nuevo rol sin ambages y apoyando al entrenador en todas las decisiones.

A esa comunión en el vestuario hay que añadirse el apoyo de Marián Mouriño y la devoción de la grada, que lo ha convertido en el personaje de referencia del Celta en estos momentos. Argumentos más que suficientes para que Claudio celebre sus 50 partidos por todo lo alto. Si puede ser, con un triunfo que deje al equipo a un palmo de Europa.