El serbio, que apenas había jugado 200 minutos en toda la temporada, responde al órdago de reemplazar a Marcos con una impecable actuación
15 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Mihailo Ristic es el mejor ejemplo del fondo de armario que se ha inventado Claudio Giráldez para el Celta. Desde el pasado 27 de enero, cuando había sido titular ante el Alavés, el serbio solo había hecho acto de presencia en el primer tiempo ante el Las Palmas y la media hora final ante el Sevilla. Acumulaba menos de una hora de fútbol en sus piernas en cuatro meses. Pero sin Marcos Alonso ni Carl Starfelt, el entrenador no dudó en reconvertirlo en central y el ex del Benfica respondió cuajando un solvente partido y aportando su grano de arena durante 77 minutos, demostrando estar preparado en lo físico y en lo mental y sin dejar una sola duda a cerca de su implicación pese a su poco protagonismo a lo largo del curso.
«Creo que debemos estar orgullosos de nosotros mismos. Desde los primeros minutos, teníamos un plan de lo que había que hacer y lo seguimos hasta el final», comentó el serbio. Su cometido era auxiliar la banda izquierda, por la que entró Kubo en muchos momentos del partido y achicar todo el juego posible ante una Real Sociedad que se jugaba la vida y que comenzó presionándolo todo y acabó colgando balones en busca de un gol que no llegó. Ristic cortó siete balones, ganó dos duelos aéreos, dio 42 pases y entró en 49 ocasiones en contacto con el balón y no hizo ninguna falta, un aspecto a tener en cuenta dado el contexto del partido. Aguantó 77 minutos en el campo, pasando en tres días de ser un jugador residual a convertirse en un elemento importante tanto ante el Sevilla como frente a la Real Sociedad.
Un paso complicado
El paso de Ristic por el Celta no está siendo fácil al arrastrar un reguero de lesiones que le han impedido tener continuidad y rendir a su verdadero nivel. El ejercicio pasado se quedó en los 807 minutos repartidos en doce contiendas sin llegara a alcanzar la cifra de la mitad de los partidos que habrían obligado al cuadro vigués a pagar un millón y medio de euros.
Esta campaña no llegará a esas cifras, ya que acaba de superar la barrera de los 300 minutos tras participar en ocho contiendas, cinco de ellas, saliendo de inicio. Pese a su poca participación, el balcánico siempre ha tenido el reconocimiento de Claudio Giráldez, que elogia su profesionalidad cada vez que tiene ocasión.
Ristic llegó a Vigo como lateral zurdo de la mano de Rafa Benítez, pero con el cambio de entrenador y de sistema, el serbio pasó a competir por el puesto de carrilero y desde el pasado verano Claudio lo reubicó como central zurdo en la demarcación que habitualmente ocupa Marcos Alonso, un jugador capital que en Donostia no se notó tanto debido al buen desempeño de Mihailo, que dio un paso adelante a nivel de confianza. El futbolista tiene contrato por una temporada más con el Celta y su futuro está por ver.
