
El club no está acertando con sus apuestas por jugadores de otras grandes canteras del fútbol español a los que se suma Dotor, cedido al Málaga
09 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta no ha tenido buen ojo en los últimos años para fichar a talentos procedentes de otras grandes canteras del fútbol español. Carlos Dotor, cuya cesión al Málaga se oficializó ayer, apunta a sumarse a Miguel Baeza y Julen Lobete como inversiones relativamente importantes y que acabaron siendo fallidas para la entidad celeste. El club apostó por ellos siendo muy jóvenes y los resultados distaron mucho de lo esperado.
Dotor llegó a Vigo procedente del Real Madrid en el verano del 2023 a cambio de tres millones de euros. Nacido en Majadahonda en el 2001, tenía entonces 22 años y llevaba una trayectoria prometedora en la cantera del club blanco, a donde había llegado en el 2015 desde la del Rayo Vallecano. Capitán del Castilla en su última temporada allí, en Vigo no terminó de cuajar.
El futbolista contaba con la confianza de Rafa Benítez, que había sido un factor importante para la decisión de Dotor -según él mismo contó en su día-, pero Giráldez se lo encontró ya aquejado de una pubalgia tras la cual solo reapareció con una participación testimonial en la última jornada. Aunque tenía el alta, el porriñés había comentado en más de una ocasión que estaba lejos del nivel competitivo.
De esta forma, el futbolista madrileño cerró su primera temporada en Vigo, la 2023/2024, con 17 partidos disputados en liga, siete como titular, y 703 minutos, de los cuales solo 15 fueron con Giráldez, en el Celta-Valencia que cerraba la temporada. Así, el curso pasado se marchó cedido en primera instancia al Oviedo, pero ese préstamo tampoco dio el resultado esperado y en invierno cambió de aires, incorporándose a un Sporting de Gijón donde mejoró sus números, pero tampoco gozó de demasiado protagonismo.
Su caso recuerda al de Miguel Baeza, otra promesa de la cantera blanca por la que el Celta apostó fuerte cuando tenía 20 años y que no dio ningún fruto. La llegada del andaluz a Vigo fue a cambio de 2,5 millones en el verano del 2020, con Óscar García Junyent en el banquillo. Tras sumar 537 minutos en 22 partidos, cuatro como titular, se fue cedido a la Ponferradina y al curso siguiente, al Rio Ave.
En una tercera cesión, al Mirandés, el atacante cordobés sufrió una lesión de gravedad de la que se recuperó en Vigo antes de desvincularse y fichar por el Nacional de Madeira, donde tampoco tuvo suerte con los problemas físicos ni encontró el protagonismo deseado. Apenas jugó 202 minutos en cinco partidos y anotó un gol, como también lo había hecho en Vigo, contribuyendo al triunfo frente al Granada del 29 de noviembre del 2020.
El atípico caso de Lobete
El de Julen Lobete, fichado de la Real Sociedad, es un caso diferente por cómo se dio, pero coincidente en cuanto a apuesta fallida. El futbolista vasco, presentado en el verano del 2022 como fichaje del Celta Fortuna a sus 21 años, no llegó a vestir la camiseta del Celta ni siquiera en entrenamientos en sus primeros dos años de vinculación con la entidad, sino que encadenó dos cesiones (al RKC Waalwijk de la Eredivisie y al Andorra) antes de ponerse a las órdenes de Claudio Giráldez en el 2024 por unos días, para luego cerrar su salida al Málaga.
El club había pagado un millón por un futbolista cuya llegada estuvo relacionada con la operación de traspaso al conjunto txuri urdin de Brais Méndez. En su caso, había llegado a debutar en Primera con la Real Sociedad de manera testimonial y en sus cesiones tuvo protagonismo, sobre todo en la segunda, pero no fue suficiente para hacerse un hueco en Vigo. Esta pasada temporada, en el Málaga, jugó 38 partidos, 28 como titular, y anotó tres goles en 2.294 minutos de juego. Tiene dos años más de contrato con ellos.