
El Celta cierra el verano ante el Wolverhampton, su comprador preferente, que dejó en la caja celeste 53 millones por Larsen y Fer López de la mano de Mendes
09 ago 2025 . Actualizado a las 19:22 h.El Wolverhampton no es un club más en la historia reciente del Celta. El conjunto de la Premier League se ha convertido en el comprador preferente de los vigueses de la mano del superagente Jorge Mendes, que ha colocado allí a Strand Larsen y Fer López a cambio de 53 millones de euros. Esta tarde, el Celta se encontrará por primera vez con el delantero noruego un año después y con el vigués, que hasta finales de junio era la perla de la cantera del cuadro celeste. Los dos formaron la dupla ofensiva de los ingleses en el amistoso de Girona. Un día de reencuentros, pero también de análisis por la extraña conexión entre los dos clubes.
Las dos salidas son distintas. Larsen llevaba dos años en Vigo, el Celta necesitaba una venta importante y eligió el camino más corto: contactar con Jorge Mendes para que traspasase su activo más vendible en aquellos momentos. El luso, con una íntima relación con los Wolves, hizo la operación y los vigueses se embolsaron 30 millones a cambio de perder al que había sido su máximo goleador la temporada anterior. En la Premier, a Larsen no le ha ido mal pese a los problemas del equipo para salir a flote; de hecho, estuvo en la zona de descenso hasta el último tercio del campeonato, pero finalmente, logró la permanencia con los 14 goles de internacional en 35 partidos, 30 de ellos como titular. El largo noruego fue la referencia ofensiva del equipo.
La salida de Fer López fue más dolorosa. Llevaba toda la vida en el Celta, era el jugador llamado a recoger el testigo de Iago Aspas y en su primer año (no completo) en el fútbol profesional, dejó muchos destellos de lo que venía en camino. Una vez finalizada la liga, y contra todo pronóstico, Mendes, su agente, movió sus hilos (el dueño de los Wolves tiene el 20% de la agencia del luso) para que el vigués terminase jugando en el Wolverhampton. Dotado técnicamente, está por ver cómo se adapta a un juego más físico como el de la Premier, aunque sus características de jugador desequilibrante y de último pase deben ser cruciales para que asuma protagonismo a lo largo de la temporada. Vítor Pereira, que maneja una plantilla que se ha gastado 115 millones (por 11 del Celta) este verano, lo está colocando como segundo punta, no como media punta como jugaba habitualmente con Claudio Giráldez.
La conexión entre los dos equipos no se entendería sin el agente portugués, que tiene el control absoluto de un club de la Premier, con lo que supone en términos de rendimiento económico y, al mismo tiempo, también tiene hilo directo con canteras tan prolíficas como la viguesa a través de hombres de confianza. Por eso nadie puede pensar que no habrá más negocios. Todo dependerá de las necesidades deportivas de unos y económicas de otros.