Ristic rompe con su pasado de cristal

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

El lateral serbio empieza al fin una liga estando disponible, jugando y dando muestra de una mayor consistencia física tras jugar al fin todo el verano

20 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Mihailo Ristic parecía el hombre de cristal. Desde que llegó a Vigo, procedente del Benfica, sus problemas en forma de lesión se fueron acumulando hasta el punto de disputar un total de 22 partidos en dos años. El primer curso, llegó tarde y no jugó hasta la quinta jornada; hace un año, se lesionó en el calentamiento del primer encuentro cuando iba a ser titular, y luego, no se estrenó hasta la décimo segunda fecha, pero este verano todo fue diferente: aguantó al pie del cañón los siete partidos de la pretemporada, se ganó un sitio en el once y fue titular en el estreno liguero, disputando casi una hora de partido. Todo indica que ha dado un paso adelante y que en su último año de contrato, salvo una lesión inoportuna, podrá tener la continuidad que le había faltado hasta el momento en Vigo.

Los dos primeros años de Ristic en el Celta han sido un cúmulo de desgracias. Acumulaba 234 días sin poder ser alineado: 141 el primer curso por cuatro lesiones diferentes y 93 el año pasado por dos dolencias, casi todas ellas de carácter muscular. Tanta lesión derivó también en una cuestión mental. Aparecieron los miedos y en cada uno de los regresos, se optó por la prudencia, tanto del cuerpo médico como del técnico, midiendo las cargas, entrando poco a poco y dándole confianza al jugador.

Finalmente, esa apuesta parece que ha dado sus frutos y que Ristic puede ser un recurso permanente. De inicio, el internacional serbio participó en los cuatro últimos encuentros del curso pasado, ante Sevilla, Real Sociedad, Rayo Vallecano y Getafe, siendo titular en el segundo y en el tercero disputados en un margen de cinco días. Ese fue el preludio de lo que ahora parece confirmarse. Porque a diferencia del verano del 2024, cuando cayó lesionado en el primer amistoso, ante el Benfica en el Algarve, esta pretemporada estuvo disponible de principio a fin, tomando parte en los siete partidos amistosos, alternando el carril izquierdo con la posición de central zurdo y también con un efímero paso de 10 minutos por el costado derecho.

Llegada la liga, Claudio Giráldez lo colocó en el once inicial como carrilero izquierdo ante el Getafe y el balcánico tuvo llegada hasta los tres cuartos de campo, aunque no terminó de concretar ninguna opción en ataque. En defensa, cumplió en los contados ataques que tuvo el Getafe a lo largo de la primera mitad y no tuvo incidencia en el 0-1 aunque llegase por su costado.

Cuatro partidos seguidos, tope

Ahora falta por ver si tendrá continuidad en el equipo. En dos años, su tope de participaciones continuadas es de cuatro. Las sumó en su primer año cuando entre enero y febrero participó de un modo continuado entre las jornadas 22 y 25, y se volvió repetir con el fin de curso de la 24/25.

De entrada, para jugar ante el Getafe, Claudio Giráldez descartó cambiar a banda a Mingueza o Carreira, algo que hace habitualmente, y tampoco pensó en Hugo Álvarez, sino que tuvo claro que Ristic debía ser el elegido para el primer día. El porriñés siempre tuvo la convicción de que Mihailo podría ser un jugador aprovechable si las lesiones le restaban y en el club jamás dudaron de su absoluta implicación.

Con 29 años de edad y un contrato con fecha de caducidad a 30 de junio, el serbio necesita firmar una buena temporada para encontrar un nuevo destino. El 1 de enero será agente libre y para entonces debe tener buena parte de los deberes hechos si quiere seguir jugando al máximo nivel, sea en Vigo o en cualquier otro lugar. El Celta lo compró en su día a cambio de 1,5 millones al Benfica y se ahorró otro tanto al no jugar la mitad de los partidos de la primera temporada.