
Celta y Betis, similares en lo futbolístico y antagónicos en recursos económicos, miden su potencial con Borja Iglesias acaparando el foco
27 ago 2025 . Actualizado a las 17:11 h.El caso Borja Iglesias resume mejor que nada las diferencias entre Celta y Betis, dos equipos de la misma liga y compañeros de viaje en la Europa League. En Vigo suspiraban por el regreso del Panda en propiedad y Manuel Pellegrini no contaba con él. En consecuencia, el pichichi celeste de la pasada temporada volvió a casa y los andaluces se quedaron con su hueco en una plantilla cargada de operaciones y de inversiones. Todo, a cambio de un millón y medio de euros.
El movimiento por Borja Iglesias simplemente corrobora la diferencia sideral a nivel económico entre las dos entidades, porque en enero pasado el conjunto andaluz dispuso de un límite salarial de 108 millones, siendo el sexto tope de la liga, y el Celta, no se movió un ápice de los 77, manteniéndose entre la clase media del campeonato.
Lo mejor es que, a veces, el fútbol no entiende tanto de números y la diferencia entre ambos a final de temporada se quedó en un puesto (sexto y séptimo) en la clasificación y cinco puntos de diferencia (60-55). Por eso, y debido a que hubo una plaza más en la Champions, los dos equipos entrarán este jueves en el bombo de la Europa League para conocer su ruta en la fase de grupos.
Y precisamente, porque la jornada inaugural de la segunda competición continental arrancará coincidiendo con la sexta jornada de liga, que se jugará los días 24 y 24 de septiembre, la contienda entre los dos representantes de la liga fue adelantada casi un mes, en pleno agosto.
Ese adelantamiento hace de este fin de semana un ensayo para lo que viene. Porque el Celta tendrá que medirse en cuestión de cuatro días a dos rivales de la corte europea, con más recursos y habituados a jugar dos partidos por semana, un aspecto que este año pone a prueba a Giráldez y los suyos, con menos tiempo de preparación de partidos y menos entrenamientos específicos.
Doble atención
Manuel Pellegrini aprovechó su visita a Vigo para poner en valor lo que significa atender a dos frentes, en su caso llegando a la final de la Conference League. «El gran mérito de estos años fue competir en Europa sin dejar nunca LaLiga a un lado porque si llegas lejos en Europa pero luego estás el quince, no sirve de nada. Las rotaciones fueron importantes».
Esta última lección seguro que no es necesaria para Claudio Giráldez, porque nadie cambia más de once que él y en estos cuatro días con dos partidos, el de O Porriño moverá al menos a medio equipo. «Es una semana habitual para que tengamos todavía más rotación de lo habitual», comentó el entrenador de un equipo que no tiene fondo de armario en el sentido que casi todos son protagonistas. Esta temporada, y a la espera del cierre de mercado, cuenta con 28 futbolistas y casi todos con opciones de ser titulares una vez por semana.
El doble ensayo para Europa, además del poco tiempo de recuperación y las desigualdades, también posibilitarán al entrenador calibrar el nivel que en estos momentos tiene el Celta ante dos rivales llamados a estar en el paquete alto de la tabla. El objetivo de los vigueses es competir con todos y sumar los puntos que garanticen la permanencia para vivir un año tranquilo y por el momento la primera victoria se ha resistido. Esta noche es la tercera intentona.