Garcés comparó la negociación para el regreso al Celta del compostelano con «la telenovela del verano, con final feliz»
12 sep 2025 . Actualizado a las 08:57 h.Para Marco Garcés, el proceso del fichaje de Borja Iglesias fue la «telenovela del verano» con final feliz «como todas las mexicanas», en palabras del director deportivo. El actor de la telenovela regresa a casa feliz y sin ninguna presión por repetir el rol de pichichi de la temporada pasada. «Non sinto presión, sinto moita alegría e moitas ganas de seguir crecendo. Afronto o ano con ilusión e responsabilidade», comentó el compostelano en su puesta de largo como jugador en propiedad del Celta, con el que fichó hasta el 2028, aunque con una cláusula de corte el curso anterior.
En su regreso después de dos meses en el Betis, el delantero se encontró un Celta muy parecido, pero con nuevos matices. «O equipo ten algunhas cousas diferentes por momentos, pero creo que a idea de xogo é a mesma: intentar ser protagonistas, desfrutar do traballo pola semana e chegar ao domingo para ser protagonista e poder gañar os partidos».
Este año le añade a la competencia para la posición de nueve a Jutglà, además de Pablo Durán. «É moi sa. A miña relación con Pablo (Durán) é incrible, aprendo moito del, e con Ferran (Jutglà) é nova, pero estou desfrutando moito do proceso. Entre os tres poderemos competir por un posto e aprender uns dos outros». Él, después de una pretemporada con pocos partidos, ya se siente «ao 100 %» para ayudar al equipo.
Borja asegura vivir en Vigo un momento especial de su vida y no se pone fecha de caducidad: «Síntome moi ben emocionalmente, feliz e super preparado para afrontar moitas cousas, tamén moi ben fisicamente», aunque no se plantea llegar en el campo a los 38 de Iago Aspas o a los 42 de Joaquín, con los que compartió vestuario. «Simplemente intento desfrutar do día a día e a partir de aí, xa veremos. A verdade é que me sinto forte», comentó el galán de la serie de Garcés.
Momentos de duda
Como si de los créditos se tratase, Iglesias Quintás quiso agradecer a todas la partes el esfuerzo para que el retorno a Afouteza fuese una realidad. Al mismo tiempo, admite que hubo momentos en los que tuvo dudas de que el regreso se pudiese concretar: «A verdade é que estaba convencido de que se ía facer, pero tamén tiven momentos nos que entendía que a situación non era sinxela. Estabamos tres partes na negociación e non era fácil chegar a un acordo. A miña intención era estar aquí, onde son feliz».
Ahora debe centrarse en las tres competiciones, comenzando por el duelo del domingo ante el Girona, con los dos equipos con urgencias por ganar. «Cada partido é unha oportunidade para demostrar o noso nivel», comenta Borja, que cree que Celta dio buenas sensaciones en las últimas contiendas, pero que le faltó el resultado.