
El mediocentro vuelve a jugar cinco meses después demostrando precisión, visión y equilibrio, sin dejar rastro de su larga inactividad
04 oct 2025 . Actualizado a las 21:19 h.«Claudio dicíame que se seguía así, chegaría a oportunidade, e chegou». La frase lleva la firma de Damián Rodríguez Sousa (Ponteareas, 2003) que casi cinco meses después, volvió a jugar ante el PAOK un partido oficial. Tenía la intuición de que podría ser su primer encuentro del año y acertó. El pegamento, como lo definió Claudio Giráldez en su día, demostró que mantiene todas sus facultades intactas y en su primer partido de la temporada, exhibió precisión en el pase (solo perdió uno de los 86 que dio), visión de juego y piernas para equilibrar el centro del campo al lado de Ilaix Moriba.
Lo de Damián parecía un caso extraño. Si algún jugador puede considerarse la extensión de Claudio dentro del campo, ese es el mediocentro de Ponteareas, que pasó por toda la cadena de filiales del Celta (Gran Peña incluido) y que creció de la mano del estratega porriñés, que el día de su debut en Primera le entregó las llaves del equipo en el Pizjuán. El curso pasado, el ponteareano disputó 17 partidos de liga, diez de ellos como titular, y entró de lleno en las rotaciones del doble pivote conjuntamente con Beltrán, Ilaix y Sotelo, que entonces era el menos utilizado.
Pero este curso, con el añadido de Miguel Román al departamento de mediocentros, Damián se había convertido en el último de la fila, ya que era el único que quedaba por debutar, tanto en liga como en Europa. Y en una situación crítica, con el equipo obligado a ganar al PAOK para no entrar en la gran depresión, Claudio tiró de él. «Tiña ganas de xogar e estaba esperando a oportunidade», reconocía el centrocampista después del partido con una sonrisa de oreja a oreja, admitiendo la dificultad de abrirse hueco en su demarcación: «Estou contento, pero temos que seguir traballando porque a competencia é máxima».
Un partido soberbio
Lo mejor es que a Damián Rodríguez no se le notó la inactividad en ningún momento. Salió con confianza, quiso el balón y desde el saque inicial, se afanó en gobernar el partido con su fútbol al primer toque, combinando el juego largo y corte y dando siempre una solución en dentro en la salida de balón del equipo. Giráldez fue el primero en felicitarlo públicamente: «Tanto los más veteranos como los más jóvenes han hecho un partido muy completo. Me alegro en especial por Damián. Es el primer día que ha salido al terreno de juego y ha estado soberbio».
Para el canterano, fue su debut en una competición continental en su segunda temporada como jugador del primer equipo a todos los efectos. En el 2017, con 15 años, lo había vivido en la grada. «No lo recordaba así. Es diferente a la Liga, no suena el himno al principio, pero también es muy bonito, sobre todo, logrando la primera victoria». Ahora ya sabe lo que es jugar y ganar en la Europa League.
El siguiente reto del 14 debe ser estrenarse en liga. A poder ser, mañana ante el Atlético también en Balaídos. «Acabo de xogar 90 minutos e agora queremos descansar ben, a ver se podemos xogar contra o Atlético. Todos estamos traballando para ter oportunidades». A modo de preámbulo, ya avisa de lo que se le viene encima a los celestes: «Ten un equipazo». Pero el Celta ha recuperado la ilusión: «Nós tamén imos chegar con moitas ganas e a ver que nos depara o domingo». Claudio ya sabe que puede contar con su adherente.