Un Celta sin presión desafía al Niza, un equipo físico y camaleónico, con la esperanza de llenarse de confianza para despegar en el torneo doméstico
23 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta no puede desviar el foco, pero puede aprovechar los senderos alternativos para enderezar su situación en la liga. Por eso, con la mirada puesta en la contienda de El Sadar, el cuadro celeste afronta la tercera jornada de la Liga Europa recibiendo al Niza, un equipo al abrigo de la mitad de la tabla de la Ligue 1, pero que en la competición continental todavía no ha sumado, seguramente por el nivel de sus dos primeros oponentes: Roma y Fenerbahçe. Los equipos franceses le sientan especialmente mal al cuadro vigués, que después de cuatro enfrentamientos a lo largo de su historia en el segundo torneo continental todavía no ha podido ganar. «Sabemos que nuestra prioridad es la liga, pero tenemos un partido el jueves y cuanto más juguemos ahora mismo, mejor para nosotros. Creo que todo lo que sea ganar y tener buenas sensaciones nos vendría muy bien», aclaró el técnico del equipo, Claudio Giráldez, sobre la contienda.
Porque para este Celta, la Europa League no es una prioridad, pero tampoco un incordio. Con problemas en la liga, en la que sigue teniendo pendiente el primer triunfo después de nueve intentos, el torneo es un lugar para disfrutar de lo conseguido la temporada pasada, sin mayor presión. Incluso en Vigo se ve el evento como un escenario de oportunidades en el que coger impulso para la liga; de hecho, el triunfo sobre el PAOK en la anterior jornada tuvo un efecto balsámico y amortiguó la racha de empates de la liga. Como había sucedido en aquella ocasión, los vigueses quieren tomar impulso a costa del Niza para después asaltar El Sadar, uno de sus feudos malditos en los últimos tiempos. Quizás, porque como el Niza, los navarros también son un equipo de corte físico. En ese sentido, la cita de esta noche puede ser un banco de pruebas.
Lo mismo sucede con el planteamiento del rival. Aunque los franceses se han revelado como un conjunto con tintes camaleónicos en sus dibujos continentales, su sistema matriz en la liga es el 3-4-3 que también utiliza el Celta, lo que invita a pensar en un nuevo día de marcajes a pares, un aspecto en el que inciden la mayoría de los rivales vigueses en el torneo doméstico y que hasta la fecha no le está sentando nada bien al equipo. Claudio ha dejado en el aire hasta la posibilidad de cambiar de sistema para dar un volantazo, pero, sobre todo, quiere rapidez en la transición de balón y continuidad en el juego. Un ensayo.