El canterano se reencuentra con un Celta al que se mide por primera vez
19 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.A sus 31 años, a Jonny Otto le espera este sábado una experiencia que no había vivido antes en su ya dilatada experiencia en el fútbol profesional: se va a enfrentar al Celta, su club de formación, en partido oficial por primera vez. Lo hará en la su primera temporada en la Liga defendiendo una camiseta diferente a la del equipo vigués, pues aunque cuando se fue de Vigo fichó por el Atlético de Madrid, nunca llegó a jugar como colchonero.
El lateral vigués era infantil de primer año cuando aterrizó en A Madroa, tras haber pasado antes por Atlántida de Matamá y Casablanca. Empezó ahí una larga etapa en el club vigués, avanzando en la cantera hasta debutar con el primer equipo siendo juvenil, en la temporada 2012/2013, la primera de la actual etapa en Primera, por una indisposición de Hugo Mallo, cuya lesión posterior le acabó de abrir de par en par las puertas del primer equipo. Luego, ambos convivieron en muchos onces, con el vigués jugando por la izquierda.
Así, Jonny formó parte de temporadas claves como la salvación del 2013, las dos semifinales de Copa del Rey o la de Europa League en la temporada 2016/2017. Sin embargo, siempre había tenido la inquietud de jugar fuera y el hecho de que no renovara no fue ninguna sorpresa. Decía adiós en el verano del 2018, tras la temporada de Juan Carlos Unzué, la de mayor protagonismo en liga de su carrera con más de 3.200 minutos -aunque en la anterior, con tres competiciones, había rozado los 4.000-. Pocas semanas antes del anuncio oficial, aseguraba que no cerraba la puerta a renovar, pero aquello nunca se concretó. «Cierro una etapa maravillosa de mi vida en la que he aprendido todo», afirmaba en su carta de despedida.
Traspasado al Atlético de Madrid, Otto fue cedido de inmediato al Wolverhampton, que se hizo en propiedad con él en la siguiente ventana y donde permaneció hasta enero del 2024. Durante esa etapa, tuvo ocasión de debutar con la selección española absoluta y sumar muchos minutos en la Premier, aunque también sufrió más de un contratiempo en forma de lesión importante. Pero lo peor de su etapa inglesa fue el final, marcado por algunos episodios de indisciplina que le llevaron a estar apartado.
Su siguiente destino fue el PAOK, donde estuvo año y medio antes de fichar por el Alavés el pasado verano. «Comparto la mentalidad del Chacho», decía en su presentación, asegurando que había sido fácil elegir y explicando que recordaba el ambiente de Mendizorrotza de la semifinal que había vivido allí en el 2017 con el Celta. Un club vigués con el que siempre ha mantenido buena relación, entrenando incluso en alguna ocasión en la Cidade Deportiva Afouteza, y con el que sí se llegó a reencontrar en algún amistoso con los Wolves.
En la presente temporada, y pese a que había dudas sobre su estado físico, Jonny ha sido titular en las doce jornadas de liga y ha completado once de los encuentros disputados, convirtiéndose en el jugador de campo más usado por Coudet y solo superado por el portero Sivera. Hasta su debut con el Alavés, el pasado 16 de agosto, llevaba más de siete años sin competir en la liga, desde el triunfo del Celta ante el Levante del 19 de mayo del 2018, en la última jornada del campeonato.