La Niña asoma otra vez en el Pacífico

Xavier Fonseca Blanco
XAVIER FONSECA REDACCIÓN / LA VOZ

HISTORIAS DEL TIEMPO

La huella del fenómeno natural también puede llegar a percibirse en Europa y, más concretamente, en Galicia

12 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La tranquilidad en la región ecuatorial del Pacífico ha durado muy poco. Después de unos meses en fase neutra, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos acaba de confirmar que por segundo año consecutivo La Niña vuelve a reproducirse. De momento, las predicciones apuntan a que será un episodio bastante discreto.

La Niña es la versión contraria de El Niño, eventos que modifican las condiciones normales en el océano. Sin ellos, los vientos alisios que soplan del este hacia el oeste favorecen que el agua esté fría en la zona oriental del Pacífico, frente a las costas de Chile y Perú, y cálida en la parte occidental, entre Australia e Indonesia. Cuando aparece El Niño ese contraste se invierte y con La Niña se intensifica. «La Niña se produce cuando las aguas del Pacífico Ecuatorial y las que hay frente a Sudamérica están mas gélidas de lo normal y las del Pacifico Oeste más calientes de lo habitual», explica Gonzalo Míguez, profesor titular de Física en la Universidade de Santiago.

Este mecanismo de acoplamiento entre la atmósfera y el océano está considerado como el fenómeno que más repercusiones tiene sobre el clima de la Tierra después de las estaciones. Solo hay que recordar que El Niño del 2016 provocó un caos climático a escala mundial. Claro que sus consecuencias guardan cierta relación con la intensidad con la que se reproduzcan.

Los efectos más visibles de La Niña se notan, lógicamente, en la zona del Pacífico, donde las lluvias desaparecen en la región oriental y adquieren un carácter torrencial en la parte occidental. Pero la huella del fenómeno natural también puede llegar a percibirse en Europa y, más concretamente, en Galicia. Es cierto que no está muy bien definida, pero observando los datos históricos se aprecian ciertas tendencias. «Só temos datos estatísticos e non está moi clara ademais a causa dinámica, pero vendo outros fenómenos anteriores comprobamos que están relacionados coa aparición de anticiclóns de bloqueo», explica Juan Taboada, de MeteoGalicia.

Este tipo de anticiclones actúan como barreras e impiden el paso normal de las borrascas. Este es un papel que llevan ejerciendo desde hace mucho tiempo las altas presiones de las Azores. La Niña estaría por tanto asociada a otoños secos y fríos en nuestra comunidad. La influencia de los anticiclones en esta época del año, al contrario que en verano, favorece que desciendan las temperaturas. Habrá que estar pendientes de su evolución.