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El Parlamento israelí elige hoy al presidente del país entre Simón Peres y Moshe Katsav Los negociadores palestinos e israelíes manifestaron ayer, en Gaza, que están a favor de proseguir el diálogo en base a los progresos hechos en la cumbre de Camp David, que terminó el 25 de julio sin que se haya llegado a un acuerdo final. Ambas partes se reunieron ayer a varios niveles. En Jericó se trató sobre la tercera y última retirada israelí de zonas adicionales de Cisjordania, prevista en los acuerdos interinos, y la liberación de al menos 250 de los 1.650 prisioneros palestinos de cárceles de Israel.
30 jul 2000 . Actualizado a las 07:00 h.«Estuvimos de acuerdo en aceptar que cosas muy importantes habían producido en Camp David y que era necesario seguir dialogando con ayuda de los norteamericanos y egipcios, y de los que puedan aportar una contribución», afirmó el ministro israelí de Seguridad Interna, Shlomo Ben Ami, al término de una reunión con el jefe de la policía preventiva palestina, coronel Mohammed Dahlane. Ben Ami y Dahlane participaron en forma activa en las discusiones de Camp David. «Estoy impresionado por la voluntad del presidente Arafat de proseguir con el proceso de paz, y de velar por la paz, la calma y la seguridad», agregó el ministro Ben Ami. Nuevo presidente Por otra parte, el Parlamento israelí elige hoy al octavo presidente del país, entre dos candidatos, el veterano político laborista Simón Peres y el oscuro diputado del Likud Moshe Katsav. La elección se resolverá por votación secreta de los 120 diputados de la Kneset (Parlamento) y para que uno de ellos sea elegido en la primera vuelta necesitará al menos los votos de 61 diputados. Ambos candidatos se muestran confiados en su victoria, aunque las encuestas y los cálculos parlamentarios dan la ventaja a Peres, pero, como en otras ocasiones en Israel, el poderoso partido ultraortodoxo Shas puede decir la última palabra con sus votos. Con 17 diputados en el Parlamento, el Shas, que salió del Gobierno de Ehud Barak y pasó a la oposición hace unas semanas, es la tercera fuerza política y sus votos pueden inclinar la balanza hacia uno u otro lado.