La pugna del Kremlin con los oligarcas entró ayer en un nuevo capítulo con una orden de la Fiscalía General de Rusia para detener al magnate de prensa Vladimir Gusinski.
13 nov 2000 . Actualizado a las 06:00 h.Gusinski, dueño del mayor grupo de prensa privado ruso y el más crítico con el Kremlin, estaba citado ayer por la Justicia para presentarle una nueva acusación por estafa, pero no acudió ante el fiscal. El empresario, quien se encuentra en el extranjero, envió al fiscal, a través de su abogado, una carta en la que denunció el carácter «político» de la persecución judicial en su contra y dijo que no quiere ser «víctima de la arbitrariedad». La fiscalía reaccionó de inmediato con un comunicado en el que informó de que Gusinski es acusado de «estafa a gran escala» y se había dictado contra él una orden federal de busca y captura. Orden contra Berezovski Anteriormente, el fiscal general adjunto, Vladimir Kolmogórov, había amenazado con dictar una orden análoga internacional a través de la Interpol si Gusinski y otro magnate perseguido, Boris Berezovski, citado para mañana, no se presentan ante la fiscalía. Según Kolmogórov, el grupo de prensa de Gusinski, Media-Most, es acusado de «apropiarse» de más de 200 millones de dólares (38.000 millones de pesetas) que debe en concepto de préstamo al monopolio estatal de gas Gazprom. Las autoridades fiscales hicieron oídos sordos al anuncio de Media-Most de que el pasado sábado firmó un «acuerdo amistoso» con Gazprom para cubrir la deuda con acciones de sus medios de prensa. El abogado de Gusinski declaró que la acusación contra su cliente es «inventada e infundada». Media-Most anunció que se querellará ante los tribunales con la Fiscalía y que, si hace falta, llevará el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.