Chirac y Schröder sellan un pacto para pagar la ampliación de la UE
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INTERNACIONAL
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Proponen «estabilizar» las ayudas agrarias y las estructurales, lo que perjudicaría a España A Londres se le mermaría la compensación que recibe por sus aportaciones
24 oct 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Francia mantendrá intactas las ayudas agrarias hasta el 2006 y, como contrapartida, a Alemania le saldrá gratis la adhesión a la Unión Europea (UE) de diez nuevos países, por muy pobres que éstos sean. Éste es, básicamente, el acuerdo pergeñado ayer por el presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, instantes antes de que los Quince se reunieran en Bruselas para decidir cómo se financiará la ampliación más grande en la historia de la Comunidad. La locomotora franco-alemana ha vuelto a rugir y esta vez amenaza con llevarse por delante a media Europa, especialmente a los países que, como España, Portugal o Grecia, más se benefician de las ayudas estructurales. Enfundados en el papel de estadistas europeos, Chirac y Schröder se reunieron dos horas en Bruselas para lograr lo que parecía imposible: un pacto para definir el presupuesto de una UE formada por 25 países. A los ojos del canciller, el acuerdo se traduce en esto: «Gastaremos para 25 estados miembros la misma cantidad que ahora». Y según Chirac: «Hasta el 2006 nada se cambiará (...) en lo concerniente a la Política Agrícola Común (PAC)», de la que Francia es la gran beneficiaria. La decisión del eje París-Berlín, que con toda probabilidad impondrá al resto de los socios europeos, ha pillado a más de uno con el paso cambiado. La ministra de Exteriores española, Ana Palacio, se expresaba así minutos antes de la cumbre: «No hay que plantear recelos a priori, hay que sentarse y estudiar las propuestas». Pero el pacto de «los dos grandes» permite hacer ya lecturas. Por un lado, Francia logró cargarse la reforma intermedia de la PAC, con la que el comisario Fischler se proponía recortar en un 30% las ayudas agrícolas directas a partir del 2004. Por otro, Alemania -que paga el 24,4% del presupuesto comunitario- recibe garantías de que a partir del 2006 no tendrá que aportar un euro más a la UE. Por si fuera poco, París y Berlín lanzaron un dardo envenenado a Madrid y a Londres, al plantear ahorros en otros capítulos, aparte de en la PAC, especialmente de las ayudas estructurales, de las que España es la principal receptora, y el llamado «cheque británico», una compensación de 4.400 millones de euros que recibe Londres cada año para aliviar su aportación a la UE. Fuentes de la delegación británica apuntaron que plantear esto ahora es una «declaración de guerra».