El borrador de la Constitución europea recorta el poder de España

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro CORRESPONSAL | BRUSELAS

INTERNACIONAL

THIERRY ROGE

El texto concluido ayer refuerza el papel de los países más poblados, sobre todo de Alemania «El resultado no es perfecto, pero es inesperado» al aunar un amplio consenso, admitió Giscard.

13 jun 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Con euforia y algo de pompa festejaron ayer los 105 miembros de la Convención europea el acuerdo alcanzado en torno al proyecto de Constitución, un texto que aspira a fortalecer la democracia y a simplificar el funcionamiento interno de una Unión Europea (UE) ampliada a 27 países. Los símbolos elegidos para la celebración -el champán francés y la alemanísima Novena Sinfonía de Beethoven- representan también a los dos Estados que más ganan con la nueva reforma institucional comunitaria. «Iniciamos los trabajos con muchos temores», proclamó emocionado el presidente de la Convención, Valery Giscard d'Estaing, antes de admitir que «el resultado no es perfecto, pero es inesperado», en tanto que ha permitido aunar un amplio consenso. En clara alusión a España -país que en las últimas semanas se ha mostrado muy díscolo con el borrador constitucional-, el veterano político galo citó la obra de teatro El señor de Santiago , en la que el héroe es interrogado sobre su voluntad de entrar «en la nueva era». Y por si a alguien se le plantea esta duda, Giscard pidió a los convencionales «entrar juntos en la Europa del mañana». Pero el guiño de Giscard no logró ahogar las críticas. La primera, la de la ministra Ana Palacio, que manifestó que «el Gobierno de España tiene reservas en algunos temas» y, la segunda, la de la Comisión Europea, que calificó el resultado de «insatisfactorio», por el temor a que debilite al órgano que encabeza Romano Prodi. Tras casi 16 meses de discusiones, la Convención llegó a un texto con una sola opción, y no varias, para reformar el edificio institucional europeo. Su apuesta refeurza el peso político de los países más poblados de la UE, sobre todo el de Alemania, y darle mayor protagonismo a la Eurocámara.