El dirigente se levantó durante el discurso de Musa en el que éste acusó a Libia de ir contra la organización En otras ocasiones prometió irse, pero al final siguió en la organización
22 may 2004 . Actualizado a las 07:00 h.La decimoséptima cumbre de la Liga Árabe, que reúne a 12 jefes de Estado y a otros 10 altos dirigentes de la región y se celebra este fin de semana en Túnez, empezó ayer con mal pie tras abandonar la sala el líder de Libia, Moamar Gadafi, y anunciar su voluntad de que su país se retire de este organismo. El antiguo dirigente revolucionario y hoy proamericano consideró que «Libia se ve en la obligación de abandonar la cumbre árabe, ya que no está de acuerdo con el orden del día». No es la primera vez que Gadafi amenaza en vano con irse, antes lo hizo en octubre del 2002 y en marzo del 2003. Gadafi, que tras haber sido durante años un firme defensor del nacionalismo árabe, propugna en la actualidad tesis abiertamente africanistas y contrarias a sus antiguas posiciones ideológicas, abandonó la cumbre en señal de protesta por unas declaraciones del secretario general de la Liga, Amro Musa, quien, durante su intervención en el turno de oradores de la primera sesión del cónclave, hizo una encendida defensa de este organismo. Musa dijo que la Liga «vive actualmente un momento delicado frente a desafíos mayores», y criticó, sin citarlas, «las voces» que, como Libia, cuestionan su eficacia y «quieren desmembrar nuestra organización, como si ella fuera la causa de todos los males». Cuando Musa estaba pronunciando estas palabras, el dirigente libio abandonó la sesión y se trasladó a su residencia, situada en un palacete de las afueras de Túnez. Gadafi estuvo a punto de no asistir a la cumbre, pero decidió hacer acto de presencia tras las peticiones que le formularon dirigentes como el tunecino Zin el Abidín Ben Alí y el argelino Abdelaziz Buteflika. Dos detenidos El presidente libio señaló que «la cumbre árabe se celebra mientras dos jefes de Estado árabes están en la cárcel: Sadam Huseín y Yaser Arafat». Este último se tuvo que dirigir por satélite a los asistentes, porque Israel le impide salir de su territorio. Gadafi expresó su deseo de que las instancias políticas de su país aprueben la retirada del país de la Liga Árabe. «Espero que los comités populares de base (en Libia) aprueben la retirada», declaró. La apertura de la primera jornada de la cumbre estuvo marcada por la intervención de Ben Alí y el primer ministro de Bahreim, Jalifa Ben Salmane al-Jalifa. Ben Ali denunció el terrorismo y apeló a «luchar contra este fenómeno peligroso», aunque, precisó, «atacándose a las causas profundas» que lo generan, y denunció «los asesinatos de dirigentes políticos y de civiles inocentes».