Un caos muy organizado

Miguel Anxo Murado

INTERNACIONAL

MLADEN ANTONOV

Análisis | El conflicto de Oriente Medio Los violencia de los últimos días es sólo un calculado intento de Hamás de ganar terreno político para adueñarse de Gaza tras la retirada israelí. Las posibilidades de guerra civil son remotas

17 jul 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Es como en los momentos peores de la intifada: atentados suicidas como el de Tel Aviv de la semana pasada; lanzamiento de cohetes contra los asentamientos; la muerte que llega también desde el aire para los militantes palestinos que quedan calcinados dentro de sus coches tras el impacto de un misil; todo como hace tres años, con el añadido supuestamente novedoso de enfrentamientos entre la propia policía palestina y Hamás, que ha llevado a algunos a hacer pronósticos de guerra civil. Se insinúa que en estas circunstancias, las de mayor violencia en meses, quizá no podría completarse la retirada de Gaza prevista para dentro de treinta días. Pero al igual que la apariencia de paz es a menudo engañosa en Oriente Medio, también lo es la apariencia de caos, como en este caso, y que es más bien consecuencia de una calculada toma de posiciones por parte de Hamás en vistas de la retirada israelí. Tras el anuncio del presidente palestino Abbas de que se retrasan las elecciones legislativas en las que los islamistas esperaban obtener una victoria, éstos han preferido volver al terreno más cómodo para ellos: controlar la agenda tanto de la ANP como de Israel por medio de la violencia de baja intensidad (el atentado de Tel Aviv fue obra de la Yihad Islámica, que carece de base política y practica un terrorismo nihilista). Hamás ha decidido seguir la estela de Hezbolá, cuya combinación de lucha guerrillera y acción política, igualmente difusas, resultó exitosa contra Israel y en la propia política libanesa. Imitándoles, Hamás espera adueñarse de la Gaza post-retirada. Pero el ataque contra el kibbutz de Netiv Ha'asara se ha hecho coincidir con la visita de Abbas a Gaza y esto ha irritado sobremanera al presidente palestino, que ordenó a la policía palestina actuar contra Hamás. El resultado fueron los choques entre palestinos que se saldaron con dos muertes y con una relativa victoria de Hamás, que aguantó bien el pulso. No es, sin embargo, la primera vez que esto sucede, y la posibilidad de una guerra civil es remota en un contexto como el palestino. En cuanto a la retirada israelí, tampoco parece probable que se cancele. Ariel Sharon ha invertido demasiado en ello y, siguiendo con los israelíes la misma lógica que sigue con los palestinos, no puede dar muestras de debilidad. Por ello lo más probable es que se contente con una operación limitada contra Gaza y las habituales protestas por la falta de colaboración de la ANP.