La Eurocámara rechaza el reparto de fondos pactado en diciembre
INTERNACIONAL
El Parlamento Europeo exigirá hoy que la Constitución entre en vigor en el 2009 La presidencia austríaca propone crear un impuesto para financiar la Unión
18 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.El Parlamento Europeo rechazó ayer por 541 votos a favor, 54 en contra y 76 abstenciones el reparto de fondos para el período 2007-2013 de la UE pactado en diciembre en Bruselas por los Veinticinco, y exigió su renegociación para elevar el techo de gasto, fijado ahora en el 1,045% de la renta europea. El visto bueno de la Eurocámara, que ayer se reunió en su sede de la localidad francesa de Estrasburgo, es preceptivo para que el nuevo presupuesto pueda entrar en vigor. La Cámara considera positivo que los Veinticinco hayan logrado «una posición común» tras meses de negociaciones, pero su informe asegura que el reparto de fondos no garantiza «la prosperidad, la competitividad, la solidaridad, la cohesión y la seguridad» de la Europa del futuro. El rechazo contó con el apoyo de los dos grupos mayoritarios de la Eurocámara, aunque populares y socialistas se mostraron muy divididos a la hora de valorar sus consecuencias y las posibilidades que se abren con la negociación. En ese sentido, las delegaciones españolas de ambas formaciones sostuvieron posturas muy encontradas. Para el PP, España debe mejorar el saldo neto que obtuvo en diciembre, especialmente en fondos de cohesión. «El acuerdo es muy malo y en eso estamos todos de acuerdo», aseguró Salvador Garriga, portavoz popular en la Comisión de Presupuestos de la Eurocámara. Por su parte, el PSOE recordó que lo que ha exigido el Parlamento no es revisar el fondo de cohesión español, sino las dotaciones globales de capítulos como el empleo, la competitividad, el I+D, la lucha contra el terrorismo y la cooperación al desarrollo. Nuevo semestre La renegociación del presupuesto será uno de los pilares de la presidencia de turno que desde enero enarbola Austria, cuyo canciller, Wolfgang Schüssel, presentó ayer sus planes ante la Eurocámara. Schüssel se mostró partidario de llevar a cabo reformas radicales en la financiación presupuestaria de la Unión, y propuso crear un impuesto europeo aunque sin detallar los mecanismos para su puesta en marcha. Otra de las cuestiones que Austria deberá afrontar durante su mandato es la reactivación de la Constitución europea, congelada tras los referendos de Francia y Holanda. De hecho, los eurodiputados aprobarán hoy otro informe que propone una «hoja de ruta» que debería concluir con su entrada en vigor en el 2009. El acuerdo, que cuenta con el apoyo de casi todos los grupos, propone iniciar un gran debate público y un período de reflexión en el segundo semestre del 2007, después de que se hayan celebrado elecciones en Francia y Holanda. El Parlamento cree que la UE no podrá hacer frente a nuevas ampliaciones sobre la base del Tratado de Niza, que rige hoy su funcionamiento institucional. Uno de los artículos fundamentales del informe que aprobará mañana, el 27, adelanta que el texto constitucional no debe modificarse si no se quiere poner en peligro el consenso que permitió su redacción y agravar la crisis de confianza ciudadana en las instituciones comunitarias.