
Los ciudadanos opinarán, al votar, sobre la forma de compartir el territorio con los palestinos Olmert propone la retirada unilateral de Cisjordania, donde viven actualmente 250.000 colonos
26 mar 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Más de cinco millones de israelíes acudirán a las urnas mañana para elegir un nuevo Gobierno cuya tarea principal será dar seguridad a los ciudadanos, y para ello deberá fijar una frontera estable con los palestinos, de manera unilateral o mediante un acuerdo de paz. Por primera vez desde la creación del Estado de Israel, en 1948, y como si se tratara de un referéndum, los ciudadanos, al depositar su papeleta, opinarán sobre la forma en que desean compartir el territorio con los palestinos, una cuestión central en los programas electorales de todos los partidos. Estos comicios anticipados -deberían haberse celebrado en noviembre del 2006- coinciden también con la abrupta desaparición de la escena política del primer ministro Ariel Sharon, en coma desde principios de enero, y con la victoria del movimiento radical Hamás en las legislativas palestinas de hace dos meses. Ehud Olmert, ex alcalde de Jerusalén y actualmente primer ministro en funciones, es el gran favorito en todos los sondeos. Este hombre de 60 años, desconocido para muchos hasta hace poco tiempo, es el nuevo líder de Kadima (centroderecha). El partido, que se presenta por primera vez a unas elecciones, fue fundado por Ariel Sharon a finales del 2005, cuando tuvo que abandonar su grupo político, el Likud (derecha nacionalista) por graves desavenencias internas tras su decisión de desalojar las colonias de la franja de Gaza. Acto seguido, Sharon convocó elecciones anticipadas en las que esperaba obtener una gran mayoría, pero una hemorragia cerebral truncó sus planes. Siguiendo el camino abierto por Sharon, Olmert predica una retirada unilateral de aquellas zonas donde hay una mayoría palestina, es decir de una parte del territorio de Cisjordania, donde viven 250.000 colonos en unos 130 asentamientos. En los próximos cuatro años este político desea desmantelar todas las colonias que se sitúan fuera del muro de separación construido por Israel en esta región, que se transformaría así en una especie de frontera. Paralelamente, Olmert pretende incluir dentro de esa barrera de separación a Maale Adumim, gran colonia a las afueras de Jerusalén y Ariel, el bloque de Gush Etzion y una zona de seguridad en el valle del Jordán. Con la UE y EE.UU. «Debemos tomar las riendas de nuestro propio destino e iniciar un proceso en los cuatro años venideros para no ser prisioneros de los palestinos», explicó Olmert, afirmando que se trata de un proceso coordinado con europeos y estadounidenses, ya que con los palestinos es imposible negociar tras la victoria de Hamás, que ni siquiera reconoce la existencia de Israel. «No hay duda de que el espíritu de Ariel Sharon y su legado seguirán siendo los fundamentos de la vida política israelí en los próximos años», declaró ayer Olmert.