
La contienda peruana, plagada de acusaciones y sin planes políticos
01 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.La campaña electoral peruana, tensa y virulenta, se cerró anoche con actos multitudinarios de cara a la elección del domingo entre la «izquierda moderada» del socialdemócrata Alan García y la «izquierda antisistema» del nacionalista Ollanta Humala. García eligió Lima y Ollanta, Cuzco. Los aspirantes entraron en la recta final tras el mitin que ofreció Humala el miércoles en Lima, donde pidió no dejar el país en manos de «sinvergüenzas», en alusión a su rival, que tras su gobierno (1985-90) Perú quedó sumido en una grave crisis económica. El ex comandante reiteró su compromiso de redactar una nueva Constitución y revisar los contratos de las multinacionales ante miles de habitantes de San Juan de Lurigancho, el distrito con mayor población electoral y donde están en juego casi medio millón de votos. Lima, que concentra a un tercio de los más de 16 millones de peruanos convocados el domingo a las urnas, se ha convertido en la codicia de ambos candidatos, ya que la mayoría de los votos emitidos allí en la primera vuelta fueron para la conservadora Lourdes Flores, quien no logró entrar en la segunda ronda. Últimos sondeos A dos días de la votación, el socialdemócrata tiene asegurado el apoyo del norte peruano, mientras que el nacionalista cuenta con el respaldo mayoritario del sur, cuando los sondeos de intención de voto, cuya publicación está prohibida en Perú desde el domingo, les otorgan una diferencia que se ha estrechado hasta los cuatro puntos. García parte como favorito en la carrera presidencial. Antes del desafío final, volvió a la carga y calificó ayer a Humala de «violentista» y «senderista», al considerar que con su discurso en Lima el ex comandante busca «instigación» y «violencia». En alusión al gobernante venezolano, quien ha mostrado su apoyo a Humala y tildó de «ladrón» a García, señaló que Perú está «siendo penetrado y dominado por el dinero petrolero». Humala negó que Chávez haya financiado su campaña. El Partido Aprista también denunció el aterrizaje en Perú de un avión con venezolanos para reventar las elecciones del domingo. Sin embargo, las autoridades peruanas han desvelado que sólo llevaba pacientes de zonas pobres andinas que habían sido operados por médicos cubanos y venezolanos. Así se cierra una campaña marcada por la ausencia de propuestas políticas y dominada por la guerra sucia y las incesantes intromisiones de Chávez, que llevaron a la retirada de los embajadores de Perú y Venezuela respectivamente. En esta contienda además se han visto envueltos el ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), bajo arresto en Chile a la espera de un proceso de extradición.