Tropas del Gobierno somalí y etíopes recuperan Mogadiscio

Mustafá Haji Abdinur MOGADISCIO

INTERNACIONAL

Los milicianos islámicos habían abandonado la ciudad horas antes Decretado el estado de emergencia para asegurar la paz y desarmar a la población

28 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Las tropas del Gobierno de Somalia, apoyadas por el Ejército de Etiopía, entraron en «algunas áreas» de la capital del país, Mogadiscio, abandonada por las milicias de los Tribunales Islámicos, anunció ayer en Afgoye el primer ministro somalí, Mohamed Alí Gedi. «Quiero organizar la coordinación de las fuerzas [gubernamentales] con los responsables [locales] para controlar Mogadiscio», subrayó. Horas antes, y tras más de una semana de combates, los islámicos anunciaron su retirada de Mogadiscio, que controlaban desde junio después de cuatro meses de combates contra una alianza de caudillos de guerra respaldada por Estados Unidos. El jefe de los Tribunales Islámicos, el jeque Sharif Cheij Ahmed, explicó en la cadena Al Yazira que en su retirada de Mogadiscio, la capital no quedó «sumida en el caos, sólo hemos querido evitar a la ciudad y a la población los bombardeos de las fuerzas etíopes que practican un genocidio contra el pueblo somalí», señaló Paralelamente, milicianos aliados al Gobierno de Somalia tomaron el control de varias infraestructuras claves de la capital, entre ellas el puerto y el aeropuerto internacional», declaró el comandante Salad Ahmed Mohamed. Otra facción tomó el control del palacio presidencial. El Gobierno somalí decretó ayer el estado de emergencia en este paupérrimo país del Cuerno de Africa arrasado por una guerra civil que comenzó en 1991, anunció un portavoz oficial en Baidoa, sede de las instituciones de transición somalíes. Precisamente, la caída de Mogadiscio se produce diez días después de que los islámicos intentaran marchar sobre Baidoa, lo que provocó que Etiopía entrara abiertamente en la guerra. «Gracias a este estado de emergencia, el Gobierno se asegurará que la paz sea restaurada en el país, en particular en Mogadiscio, y de que todo el mundo sea desarmado», adujo. Sin embargo, desde la salida de los combatientes islámicos de la capital, el caos se apoderó de la urbe, con tiroteos, saqueos y retenes instalados por milicianos de los señores de la guerra. Al menos cinco personas murieron.