Moshé Katzav asegura que cesará si deciden enjuiciarlo Si el Parlamento lo destituye, pierde la inmunidad y puede ir al banquillo
23 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.Por la violación y agresión sexual a quien fuera su secretaria cuando fue ministro de Turismo entre 1998 y 1999. Por el acoso a tres empleadas de las residencia presidencial, en uno de los casos con el concurso de abuso de poder para obtener sexo. Por fraude en la compra de regalos personales con dinero público, incluidas 60 copas de plata para familiares. Por obstrucción a la justicia y hostigamiento a los testigos, que relataron presiones recibidas para que dejaran de hablar. Por esos supuestos delitos, sustanciados tras meses de investigaciones y seis interrogatorios policiales, el fiscal general de Israel, Mijael Mazuz, comunicó ayer al presidente Moshé Katzav, su intención de presentar un acta de acusación contra él, que podría enfrentar al jefe del Estado a penas de entre 3 y 16 años de prisión. El anuncio oficial del Ministerio de Justicia, en el que se señala que Mazuz, de acuerdo con el abogado del Estado, ha llegado a la conclusión de que hay suficientes pruebas «prima facie» (a primera vista) para acusar al presidente, ponía sobre la mesa en Israel una imputación sin precedentes contra el jefe del Estado del país. Cese condicional El acusado volvió ayer a negar los cargos «convencido de ser víctima de falsas acusaciones y de tentativas para que deje el puesto». Y anunció que cesará en sus funciones si es sometido a juicio. Porque la presentación formal del acta de acusación, del que el fiscal general sólo tiene redactado un borrador, no será posible mientras Moshé Katzav -su mandato de siete años finaliza en julio- se halle en ejercicio de sus funciones, según la ley. Diputados de todos los partidos representados en el Parlamento coincidieron ayer en exigir la renuncia del jefe del Estado. Pero no se descarta que haya que poner en marcha el trámite de la destitución, que requiere una mayoría de 90 de los 120 diputados, con lo que perdería la inmunidad. Con todo, la fiscalía le ha dado una última oportunidad para que presente argumentos en su defensa antes de confeccionar la acusación definitiva. Katsav fue quien dio la pista sobre su conducta supuestamente delictiva al acusar a su secretaria de pretender extorsionarlo. Según el diario Yedioth Ahronot , la mujer, conocida como «A», le exigió 50.000 dólares bajo amenaza de denunciarlo por violación si no le daba trabajo al volver de EE.?UU., adonde había viajado tras cancelar su contrato. Antes, otra funcionaria y ex colaboradora del entonces ministro, ya había presentado una demanda por acoso sexual.