Llamó a aprender del pasado en un histórico discurso en la Dieta Wen instó a Tokio, sin embargo, a mostrar su arrepentimiento con hechos concretos
12 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.El primer ministro chino, Wen Jiabao, abogó ayer por el «deshielo» en las relaciones entre China y Japón durante un histórico discurso en el Parlamento nipón, en el que urgió a ambos países a aprender las lecciones del «desafortunado pasado» y a abrir una nueva era de amistad entre los dos gigantes asiáticos tras la crisis diplomática. En un discurso elogiado por las autoridades de Tokio, y bajo las banderas de ambos países, Wen Jiabao insistió en un mensaje claro: la cooperación entre la segunda y la cuarta economías del mundo ofrece «una oportunidad» y «no una amenaza». Wen cumplió ayer la segunda jornada de su visita oficial a Japón, la primera de un líder chino en siete años, destinada a afianzar la mejora de unas relaciones que se vieron impulsadas en octubre pasado por el viaje a Pekín del primer ministro japonés, Shinzo Abe. Además de reunirse con el emperador Akihito, su agenda de ayer tuvo como punto culminante la intervención del líder chino en la Dieta (Parlamento japonés), algo que no ocurría desde hacía 22 años. «Espero que esta visita ayude al deshielo entre China y Japón; el objetivo es impulsar la amistad y la cooperación», apuntó el premier chino, recibido con aplausos por los parlamentarios, puestos en pie. Su comparecencia, conciliadora por lo general, no dejó de lado temas espinosos, frecuentes en una relación de dos vecinos que se han mirado siempre con desconfianza y han disputado varias guerras en el pasado. En ese sentido, Wen culpó a unos «pocos militaristas» de las agresiones cometidas por las fuerzas japonesas en su país en tiempos de guerra, aunque pidió al Ejecutivo de Shinzo Abe que demuestre con acciones, además de con palabras, el arrepentimiento nipón. «Japón ha admitido formalmente la agresión en tiempos de guerra y ha expresado su profundo remordimiento y disculpas [...] Esperamos sinceramente que Japón lo demuestre también con acciones concretas», señaló. «Las invasiones japonesas causaron un tremendo daño a los ciudadanos chinos y las cicatrices que dejaron en la población china no pueden ser descritas», apuntó. Pero Wen chino fue claro al señalar que tanto el pueblo chino como el japonés sufrieron en la guerra, y se encargó de culpar a unos «extremadamente pocos» militaristas nipones de las agresiones a China. Los dos gigantes asiáticos se enemistaron durante el mandato del predecesor de Abe, Junichiro Koizumi, que realizó visitas anuales al santuario de guerra Yasukuni en Tokio, considerado como un símbolo del nacionalismo y militarismo nipón. Wen no mencionó de forma explícita al santuario en su discurso, pero en una entrevista previa instó a Abe a no ir. Este viaje es valorado más por gestos simbólicos que por avances concretos en cuestiones energéticas y territoriales.