Londres acusa a Lugovoi de matar a Litvinenko y pide su extradición
INTERNACIONAL
Moscú se niega a concederla y la Fiscalía rusa no descarta enjuiciar al ex agente El caso del ex espía envenenado agudiza la crisis diplomática entre los dos países
22 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.La petición cursada por la Fiscalía británica a las autoridades rusas para la extradición del ex miembro del KGB Andrei Lugovoi tras ser acusado del envenenamiento del disidente ruso Alexánder Litvinenko fue rechazada por las autoridades rusas en lo que puede ser el inicio de una nueva crisis en las difíciles relaciones diplomáticas entre los dos países. El caso regresa así a la actualidad después de que en noviembre del año pasado se confirmara que Litvinenko, también ex agente del KGB y un crítico con la política del Kremlin y del presidente Vladimir Putin, fuera envenenado con polonio 210 mientras almorzaba en un restaurante de comida japonesa de Mayfair, Londres. Litvinenko murió en el hospital University College a las tres semanas de ser envenenado. En una carta póstuma acusó a Putin de su muerte. «He llegado a la conclusión tras estudiar la información suministrada por Scotland Yard de que existen suficientes pruebas acusatorias contra Andrei Lugovoi por el asesinato por envenenamiento de Litvinenko», indicó por la mañana el fiscal general del Estado británico, sir Ken McDonald. El funcionario calificó el asesinato de «grave y extraordinario», y finalizó indicando que ha «dado instrucciones a los abogados de la Fiscalía de la Corona para que tomen medidas inmediatas a fin de pedir una pronta extradición de Andrei Lugovoi de Rusia al Reino Unido». A los pocos minutos de la acusación, la ministra de Exteriores británica, Margaret Beckett, llamó a su oficina al embajador ruso en Londres, Yuri Fedotov, para indicarle que el Gobierno británico esperaba la total colaboración de las autoridades rusas. Como reafirmación de la postura del ministerio, un comunicado oficial del primer ministro británico, Tony Blair, señaló que «un asesinato es un asesinato», restando cualquier implicación política o diplomática al caso al agregar: «Dejemos que el proceso legal siga su curso». Sin embargo, el asunto en Rusia se ve de otra manera. Marina Gridneva, portavoz de la Fiscalía, indicó que «de acuerdo con la legislación rusa [artículo 61 de la Constitución], los ciudadanos rusos no pueden ser extraditados a otro país». A pesar de esta barrera, también es cierto que Rusia firmó el Convenio Europeo de Extradición del 2001. De todas formas, no ha cerrado la puerta a enjuiciar a Lugovoi en su territorio si se confirma su responsabilidad en el asesinato. Muchos aducen que esta negativa a extraditar a Lugovoi es la moneda de cambio por el rechazo británico a la petición rusa de extradición del millonario ruso y enemigo político de Putin, Boris Berezovsky, y del líder separatista checheno Akhmed Zakayed (los dos asociados de Litvinenko en Londres).