Una «familia real» venezolana de apellido Chávez

Pedro García Otero

INTERNACIONAL

El enriquecimiento de parientes y amigos centran las críticas sobre la corrupción

02 may 2008 . Actualizado a las 02:31 h.

En los medios de comunicación venezolanos -que por tradición han sido respetuosos con la intimidad de las familias presidenciales- sorprendió una foto que llevaba meses circulando en forma electrónica, publicada en la primera página del diario El Nuevo País, el 17 de abril.

La imagen mostraba al hijo de 25 años del primer mandatario, Hugo Chávez (con quien comparte el nombre), con unos amigos en la isla de La Orchila, donde hay una residencia presidencial y solo se puede llegar en avión o helicóptero militares, por ser también una base naval. La foto llevaba el titular «Ser rico es malo», y se veía a Chávez hijo, con un grupo de amigos, reposando en una playa paradisíaca, con una botella de whisky en las manos. «Ser rico es malo» es una de las frases más recordadas del presidente, quien constantemente predica contra el capitalismo y el afán de lucro.

En la medida en que la popularidad de Hugo Chávez ha venido cediendo, tras el referendo de reforma constitucional que perdió en diciembre, cada vez son más frecuentes las críticas hacia su entorno familiar, que, en su mayoría, ocupa cargos gubernamentales y que, según es vox pópuli , hace poco caso (por no decir ninguno) a las prédicas del jefe del Estado.

Las críticas no provienen de los partidos de oposición, enfocados en elegir candidatos para las elecciones de gobernadores y alcaldes de noviembre, sino de disidentes del partido del gobernante, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Pero en Barinas, el estado llanero natal del presidente, hace tiempo que se conoce a los Chávez como la familia real y se afirma que hay una enconada lucha entre los familiares y grupos afines al líder. Esa lucha se ha hecho pública en tanto el padre de este, de 74 años, concluye este año su segundo período de gobernador del estado y ya no puede aspirar a otra reelección.

En la lucha por la sucesión para la gobernación, el hermano de Hugo Chávez, Argenis, es el delfín de su padre. Pero tropieza con la resistencia del diputado Wilmer Azuaje, quien aspira al cargo, y que ha sido apartado de la disciplina del partido socialista por divulgar denuncias sobre las propiedades de la familia y en especial las de Argenis, a quien se le creó un cargo en la gobernación de Barinas, el de secretario de Estado, lo que hace que los lugareños, jocosos por naturaleza, lo llamen el Colin Powell llanero.

El latifundio de la familia

Lo cierto es que la propiedad raíz de los Chávez, que al comienzo de la revolución bolivariana tenía menos de tres hectáreas, hoy suma casi tres mil, directamente o a través de testaferros, según Azuaje. En un país donde cualquiera puede ser acusado de latifundista y ver confiscada su hacienda, el crecimiento de la tierra de los Chávez despierta suspicacias.

El presidente pasa poco tiempo con sus cuatro hermanos menores (Narciso, Adeliz, Aníbal y Argenis). El mayor, Adán, se ha convertido en la mano derecha de su Gobierno y, según se afirma en voz baja en el PSUV, es el candidato presidencial para el 2012, toda vez que, por el momento y rechazada la reforma constitucional, Hugo no puede volver a postularse.

Embajadas y ministerios

Adán ha pasado de ser embajador en Cuba a ministro de Educación, y desde allí ha intentado la reforma de la educación básica, suspendida por la fuerte resistencia social, que califica el plan de ideologizado y sesgado. Hombre reservado, su personalidad lo hace un candidato poco atractivo, pero un eficaz operador político. Esta semana ha sido relevado del ministerio para que se dedique «por entero al PSUV» como vicepresidente de la región Llanos del Sur, que abarca Apure y Barinas.

Mucha más atención concentran Adeliz, el principal directivo de Sofitasa, un pequeño banco regional que ha crecido diez veces en patrimonio y depósitos desde que Chávez está en el poder. Y Narciso, Nacho , quien dirige los convenios de intercambio entre Cuba y Venezuela y al que los barineses le descubren, (dicen entre chistes) «una nueva propiedad cada semana, como al ajo».

Adeliz fue el encargado de las obras en Barinas del estadio La Carolina, reconstruido para la Copa América y que no estuvo a tiempo para el evento, en agosto del año pasado, pese a que en él se invirtió el doble que en la construcción de un complejo deportivo nuevo en Puerto la Cruz, Anzoátegui.

A Nacho se le critican las obras del desarrollo con Cuba del complejo azucarero Ezequiel Zamora, en Sabaneta, ciudad natal de la familia, que después de tres años y una inversión de más 50 millones de dólares, aún no ha sido edificado. Aníbal es el alcalde de Sabaneta, pueblo del que Azuaje ha señalado que en diez años aún no se le han podido asfaltar las calles.

Lo cierto es que, aparte de separar a Azuaje del PSUV, el presidente le ha exigido a sus hermanos que «se defiendan solos» de las acusaciones: «Yo no voy a salir a defender a nadie automáticamente», afirmó. Y en Barinas, las protestas, que incluyen saqueos a mercados estatales, son la constante desde el 2007.

En el estado se dice que Chávez no pasa tiempo con la familia, porque ha visto cómo se han enriquecido en sus nueve años en el poder. Se comenta incluso que en el 2005 destrozó con un tractor una lujosa camioneta Hummer de su hermano Nacho.