El líder de la oposición en Zimbabue, Morgan Tsvangirai, pidió ayer un «acuerdo político negociado» con el Gobierno de Robert Mugabe para salir de la crisis, aunque condicionó el diálogo a la liberación de «todos los presos políticos». Mientras, los catorce países de África Austral reclamaron el aplazamiento de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales previstas para mañana, en una de vuelta de tuerca más de la presión internacional contra Mugabe.
Tsvangirai abandonó por unas tres horas la embajada holandesa, donde se refugia desde el domingo, para reiterar el envío de «soldados armados de mantenimiento de la paz» a su país e instar a los líderes de África a actuar. En una conferencia de prensa celebrada en su casa, explicó que en la eventualidad de que se llegue a un acuerdo para formar un gobierno conjunto entre su partido y el de Mugabe, el proceso de transición deberá estar guiado por la Unión Africana y respaldado por la ONU.
No obstante, añadió que «no habrá ninguna discusión» mientras no sean excarcelados el secretario general del MDC, Tendai Biti, acusado de subversión -delito pasible de pena de muerte- y otras 2.000 personas. La policía detuvo ayer a 200 personas, mientras otras 300 se refugiaban en la embajada sudafricana.
«No pido una intervención militar, sino una fuerza de mantenimiento de la paz», dijo Tsvangirai, al defenderse de críticas por un artículo en The Guardian , en el cual pedía a la ONU promover el «aislamiento activo» del régimen de Mugabe, lo cual requeriría «una fuerza para proteger al pueblo». Llamó en particular a los países africanos a pasar a la acción inmediatamente.
Los países vecinos ven en la crisis de Zimbabue un peligro para la estabilidad regional. La pobreza masiva significa éxodo masivo, y ante la escasez de recursos esto crearía problemas en los países de acogida: tanto en Botsuana como Zambia, Mozambique o Sudáfrica, donde en mayo estalló la ola de violencia xenófoba.
Los observadores esperan que si Mugabe se autoproclama presidente no solo obtenga el rechazo de EE.?UU. y la UE, sino también de los países vecinos. El primer ministro británico, Gordon Brown, anunció ayer un endurecimiento de las sanciones, pero si los países vecinos aíslan a Zimbabue, el resultado sería más significativo. Por lo pronto, la Comunidad de Desarrollo de África Austral pidió ayer el aplazamiento de la cita electoral de mañana porque «socava la legitimidad del resultado». Francia, por su parte, anunció que no reconocerá la legitimidad del ganador de esas «elecciones falseadas», un día después de que lo hiciera George W. Bush.
La reina Isabel II despojó ayer a Mugabe de su título de caballero como «señal de repulsión» por las violaciones de los derechos humanos. El Nobel de la Paz Desmond Tutu dijo que Mugabe se ha convertido en una «especie de Frankenstein» y pidió una acción rápida para evitar un baño de sangre.