Antes de que en 1999 se hiciera cargo de la diplomacia europea, Solana había sido secretario general de la OTAN desde 1995, tras ser ministro con Felipe González durante trece años.
-¿No le pesan tantos años en la alta política?
-Cansado no estoy, pero si es verdad que llevo muchos años trabajando, trato de hacerlo lo mejor que puedo, y trabajar en política me satisface. Si me pregunta que me gustaría hacer le contestaría lo que me dice un amigo: me gustaría hacer lo que hago, pero más despacio.
-¿No es muy querido en Belgrado, por los bombardeos de la OTAN en 1999 y por su decidido apoyo a la independencia de Kosovo?
-Creo que soy muy apreciado en Serbia, creo que los dirigentes de hoy me tienen gran aprecio, he trabajado mucho por ellos tratando de acercarlos a la UE. Sigo en contacto con ellos a diario, y entienden muy bien las posiciones que se han ido tomando. Ha habido un problema que es la cooperación con el Tribunal Internacional de La Haya y la detención de Radovan Karadzic es un paso importante.
-¿Existió un pacto con Karadzic que le garantizaba la impunidad?
-Le puedo decir lo que conozco. Lo viví muy directamente, ya que estuve en la firma de los acuerdos de Dayton en París. Nunca hubo un acuerdo con Karadzic, que yo sepa. Hablé con él en 1995 en Pale [capital de la República serbia de bosnia] y lo vi otras dos veces, pero no lo he vuelto a ver.
-¿Cree que está cerca la captura del general Ratko Mladic?
-El Gobierno de Tadic está haciendo todo lo que puede.
-Para cuándo la adhesión de Serbia a la UE
-No le puedo dar fechas, dependerá de la dinámica positiva que se dé en Serbia. Pero es la voluntad de los europeos y de la mayoría de los serbios que Serbia acabe formando parte de las instituciones de la Unión Europea.
-¿Cuál es su mejor y su peor recuerdo en estos años?
-Hay muchos; es difícil elegir. Tengo un buen recuerdo de mis negociaciones con Yevgeni Primakov [ministro con Yeltsin] sobre el primer acuerdo de cooperación entre los dos bloques. Fue una gran experiencia y un gran éxito. Lo firmamos en París en 1997 un día de San Isidro. Frustraciones muchas. Las más duras las he tenido con Oriente Medio y en los Balcanes, sobre todo con Macedonia.
-¿Regresará a la política nacional?
-Creo que nunca me he ido.