Los secuestradores de un avión en Sudán se entregan a la policía

DPA

INTERNACIONAL

28 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los dos secuestradores de un avión de pasajeros sudanés, retenido desde la noche del martes en el aeropuerto libio de Al Kafra, se entregaron ayer a las autoridades. Poco antes, los secuestradores habían puesto en libertad a los 87 pasajeros del vuelo y a dos miembros de la tripulación, manteniendo solo a seis tripulantes.

Los secuestradores se hicieron con el control del Boeing 737 de la aerolínea sudanesa privada Sun Express el martes, durante un vuelo interno hacia la capital, Jartum. Su intención era volar a París, donde pretendían realizar exigencias políticas, pero esa misma noche el avión tuvo que aterrizar en Al Kafra para repostar, a unos 1.300 kilómetros al sureste de Trípoli.

Los raptores aseguraron pertenecer a un grupo rebelde de la convulsa región de Darfur, concretamente a un grupo escindido del Ejército de Liberación de Sudán, liderado por Abdelwahid Nur. Sin embargo, Nur, que vive exiliado en Francia, desmintió que los secuestradores pertenecieran a su organización.

Los responsables del secuestro pusieron en libertad, primero, a los pasajeros y a dos miembros de la tripulación, después de que varios de ellos se desmayaran por el calor y la falta de oxígeno en el interior de la nave.

Durante el secuestro del avión, el piloto transmitió al director del aeropuerto de Al Kafra, por radio, un mensaje de los secuestradores, en el que pedían que el tanque de la aeronave se llenara para seguir volando a París. Al mismo tiempo, los negociadores libios intentaban persuadirlos de que también dejaran en libertad al piloto y los demás miembros de la tripulación.

Según datos libios, entre los pasajeros liberados se encontraban cinco políticos locales de Darfur, dos funcionarios policiales egipcios, dos etíopes y un ugandés.

El presidente de Sudán, Omar Hasan al Bachir, calificó, durante una rueda de prensa, e «acción terrorista barata» el secuestro del avión sudanés, y pidió a las autoridades que impidieran que la aeronave abandonara el aeropuerto de Kafra.

Además, aprovechó para acusar a las «potencias influyentes en el mundo» -que no identificó- de no desear la restauración de la paz en la región sudanesa de Darfur.