El submarino nuclear Tula lanzó en inmersión un misil balístico intercontinental durante las maniobras que la flota rusa del norte realizó en presencia del presidente, Dmitri Medvédev. El lanzamiento del misil Sinevá hacia un blanco remoto localizado en la parte ecuatorial del Pacífico tenía como finalidad probar y confirmar sus características. Es la primera vez que no se dirigen al polígono de Kurá en la península de Kamchatka. Estos misiles intercontinentales pesan 40 toneladas y alcanzan blancos a 8.900 kilómetros de distancia.
Buques de la misma flota se dirigen al Caribe para realizar ejercicios conjuntos con navíos venezolanos. Los barcos rusos atracaron en el puerto libio de Trípoli y antes de recalar en las costas de América Latina para unas maniobras «sin trasfondo político» harán ejercicios en el Mediterráneo.